Los Presupuestos Generales del Estado para 2019, que ya han sido presentados por el Gobierno en el Congreso de los Diputados, destacan por una fuerte inversión para la construcción de los dos túneles imprescindibles para que la SE-40 salve el río Guadalquivir. En total, las cuentas del Ejecutivo de Sánchez destinarán 190 millones a la construcción de este gran anillo que es fundamental para descongestionar la SE-30 y permitir una movilidad fluida en la llamada Gran Sevilla (la capital más su área metropolitana). La movilidad en Sevilla hace tiempo que está dando señales de colapso, lo cual es un auténtico problema para el crecimiento urbano y económico de la ciudad. Para ello es fundamental que se finalice de una vez por todas la SE-40 y se acometa sin dilación la ampliación del Metro, cuya única línea es a todas luces insuficiente. Con la inyección de dinero que contemplan ahora los PGE se da un impulso importante (pero no definitivo) a la SE-40, por lo que hay que felicitarse, aunque todavía queda mucho por hacer (los dos túneles cuestan entre 700 y 800 millones). Respecto a la ampliación del Metro, que depende de la Junta, esperemos que Juanma Moreno, que desde esta semana presidirá el Gobierno andaluz, le dé el impulso al que se ha comprometido, según argumentó el portavoz del grupo municipal del PP, Beltrán Pérez, para bloquear en el Ayuntamiento la ampliación del tranvía desde San Bernardo a Santa Justa.

Como gran carencia de estos PGE (que muchos consideran un brindis al sol, ya que dudan de que consigan la aprobación del parlamento) señalaremos que, un año más, no se contemplan partidas para el Museo de Bellas Artes, una de las principales pinacotecas de España que, desde hace años, guarda en los cajones un proyecto de ampliación por el Palacio de Monsalves. Es evidente que el antiguo Convento de la Merced se ha quedado pequeño para albergar tanto los fondos como la actividad científica y divulgativa de esta joya de la cultura sevillana. Pese a que fue precisamente la actual vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, la que en su época de ministra de Cultura del presidente Rodríguez Zapatero anunció a bombo y platillo la ampliación, la idea sigue bloqueada. El Museo de Bellas Artes, sin embargo, no es sólo uno de los buques insignia de la cultura sevillana, sino también un reclamo de primer orden para el turismo de calidad, uno de los pilares fundamentales de nuestra economía actual. Por su parte, el Museo Arqueológico, que pese a sus fondos de gran interés y calidad se encuentra en un estado deplorable, sólo recibe 150.000 euros para un proyecto de restauración que también va camino de eternizarse.