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Unos Presupuestos en clave electoral

Estos Presupuestos expansivos se basan en la buena marcha de la economía, que permitirá una recaudación histórica

Tras seis meses de retraso, un Consejo de Ministros extraordinario aprobó ayer el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado de 2018, documento que ahora, como analizábamos ayer, iniciará una tramitación complicada debido a la falta de apoyos parlamentarios. Las cuentas que propone el Ejecutivo son claramente expansivas, con más gasto público y menos impuestos, y apenas pueden disimular que el Gobierno ya se está preparando para el gran año electoral de 2019, cuando se celebrarán comicios autonómicos, locales y europeos que serán un primer y decisivo test para unas elecciones generales que, siguiendo la habitual lógica del presidente Mariano Rajoy, se celebrarán en 2020.

Estos Presupuestos expansivos se basan en la buena marcha de la economía, que permitirá una recaudación histórica próxima a los 201.015 millones de euros, un 6% más que el año pasado y superior, incluso, a las de los años previos a la crisis. Con los PGE, el Ejecutivo deja claro que, pese a los numerosos problemas políticos, territoriales y sociales que vive España, la economía es su fuerte y en ella basará su apuesta para recuperar la confianza de los ciudadanos, ahora muy maltrecha por los casos de corrupción del PP y el avance de Ciudadanos, como demuestran la gran mayoría de las encuestas de intención de voto realizadas recientemente.

La buena marcha económica permite al Gobierno recoger, tras un pacto previo con Ciudadanos, una serie de medidas presupuestarias que benefician a colectivos como los funcionarios o los pensionistas, evidentes caladeros electorales de los populares. Mejoras de las pensiones mínimas y de viudedad, aumento de los salarios de los empleados públicos y del permiso de paternidad de cuatro a cinco semanas, deducción de 1.000 euros anuales en el IRPF por gastos de guardería y de 1.200 euros por cónyuge con discapacidad o la reducción de la tributación para las rentas del trabajo de entre 14.000 y 18.000 euros anuales son sólo un botón de muestra de una batería de medidas que beneficiarán a amplias capas de la sociedad española. Incluso, el Gobierno accede a rebajar el IVA del cine del 21% al 10%, una de las principales reivindicaciones del sector de la cultura. Respecto a la financiación autonómica, los PGE la aumentan en 4.244 millones de euros, un 4 % más, aunque la Junta de Andalucía no se salió ayer del guión y dejó claro que no la consideraba suficiente.

Ahora sólo queda que el Congreso apruebe los PGE, algo que, siendo realistas, sólo se producirá si el PNV abandona su sentimental solidaridad con los independentistas catalanes y comprende que ha llegado el momento de dar un nuevo impulso a la recuperación económica, algo que beneficiará a todos.

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