La Fundación Centro de Estudios Andaluces, un organismo de la Junta, ha publicado su barómetro electoral de septiembre, que refleja una situación de aceptación de los ciudadanos sobre las consecuencias que han tenido las elecciones de junio en la formación del Gobierno de la Junta. También que la inflación se ha colado como una de las principales preocupaciones de los andaluces. Después de haber obtenido una mayoría absoluta holgada, de 58 escaños, Juanma Moreno volvería a ganar unas hipotéticas elecciones, con una leve ventaja sobre el resultado del 28-J, y el Parlamento tendría una distribución similar a la actual. Sí hay que apuntar que Por Andalucía, que fue la coalición de Izquierda Unidas y Podemos, recogería el voto disperso de las izquierdas y elevaría sus expectativas. Ciudadanos se da por desaparecido. Al fin y al cabo, los encuestados tienen la misma percepción que los anteriores dirigentes del partido naranja, mucho de los cuales se han integrado en la nueva Administración de Juanma Moreno. Lo que indica el sondeo es que hay una satisfacción mayoritaria de los andaluces con los pasos dados por el nuevo Gobierno, a la vez que muestra una erosión del Ejecutivo de Pedro Sánchez. La subida general de los precios explica buena parte de este fenómeno. La inflación se sitúa como uno de los dos principales problemas que afectan a los andaluces, sólo por debajo del que es tradicional en esta comunidad: el desempleo. Hay que hacer notar que la mayoría adjudica al Gobierno central la responsabilidad del alza de los precios, incluso por encima de la guerra de Ucrania, a pesar de que algunas de las medidas adoptadas gozan de la consideración. Pero el factor novedoso es que la inflación se ve está viendo como un problema más doméstico que el del paro porque afecta, de modo personal, a todos los encuestados. Los precios que más preocupan a los consultados es el de la alimentación, incluso por encima del de los combustibles.