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El presidente andaluz puede exhibir una nueva foto conjunta de diálogo y concertación con algunos de los principales actores sociales: empresarios y sindicatos. Con ellos acaba de suscribir un acuerdo por un montante de casi 500 millones de euros, dirigido fundamentalmente a combatir la lacra del desempleo juvenil, uno de los problemas más lacerantes de la sociedad andaluza, con registros que superan las medias nacionales y europeas y que condiciona el desarrollo futuro de la comunidad. El programa también incluye incentivos para colectivos vulnerables, como los mayores de 45 años y los discapacitados, y atención especial a comarcas como la del Campo de Gibraltar, donde a la falta de trabajo se une el tráfico de drogas. La tasa de paro de los menores de 25 años se aproxima al 36%, nueve puntos más que la media española y el de ocupación de trabajadores de entre 16 y 24 años supone sólo un 6% del total en Andalucía. Además, hay que sumar el desequilibrio salarial que influye directamente en la emancipación al impedir la posibilidad de acceder a la vivienda. En Andalucía, los ingresos brutos anuales del segmento de población hasta los 30 años representan prácticamente la mitad de los 17.200 euros que percibe como media este colectivo en España. Razones suficientes que justifican la imagen de unidad, capitalizada por Juanma Moreno. El mandatario de la Junta ha insistido en que en el último lustro se ha logrado reducir en ocho puntos la tasa de este desempleo. El plan de empleo es una necesidad imperiosa, tanto como el próximo sobre la formación profesional, con 140.000 alumnos andaluces que cursan este año la enseñanza dual. En un momento de grave polarización de la vida pública en España, en Andalucía se abren cauces para el acuerdo. Desafíos como el de los jóvenes exigen la mejor versión de la política.
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