Tribuna

Alfonso lazo

Historiador

Ahora la libertad

No se trata de repetir en Canal Sur lo que hizo Sánchez en TVE, sino de un acto de liberación: liberar a esa casa y a sus profesionales de los comisarios políticos que la encadenaban

Ahora la libertad Ahora la libertad

Ahora la libertad / rosell

Es lugar común referirse a la sabiduría popular de los refranes, pero no siempre vox populi es la voz de Dios, como no siempre el Espíritu Santo revolotea sobre el cónclave para elegir a los papas. En ocasiones, un refrán parece haber sido dictado por el mismo Belcebú, príncipe de la mentira. "El hábito no hace al monje" dicta nuestro refranero, y es justamente lo contrario: son los hábitos que seguimos, igual que los ropajes religiosos, los que terminan por forjar nuestro propio yo. "Genio y figura hasta la sepultura" dice otro, y tampoco acierta, porque recordamos "las circunstancias" de las que hablaba Ortega.

Las circunstancias de Juan Manuel Moreno Bonilla y Juan Marín. Nadie daba un céntimo por ellos, y ahí están. El radical cambio de las circunstancias en Andalucía puede, por su mismo carácter de inesperado y radical, desvelar las virtudes ocultas de los dos mandatarios y permitir con ello a PP, Cs y Vox una larga legislatura de cambios profundos. Pero deben ser muy rápidos. La rapidez en la toma de decisiones, cosa que siempre ha practicado el PSOE sin complejos ni vergüenzas, es capital en la presente coyuntura: ni un día cabe perder. Recuérdese la tan distinta manera de actuar de Rajoy y de Pedro Sánchez en un tema sensible como es la televisión. Gana Rajoy las elecciones por mayoría absoluta y deja durante un año la RTVE en las mismas manos sectarias en que las había dejado Zapatero. Un año dejándose apalear. Llega Sánchez a la Moncloa, sin haber ganado unas elecciones, y en menos de dos semanas pone en la calle a los empleados dudosos, coloca a "los nuestros" y convierte los telediarios de La 1 en un púlpito predicador de fervorínes laicos. Esto es velocidad.

No se trata de repetir en Canal Sur lo que hizo Sánchez, sino de un acto de liberación: liberar a esa casa y a sus profesionales de los comisarios políticos que la encadenaban. Además es gratis. Más que un régimen, lo que hemos tenido en Andalucía durante casi cuarenta años ha sido un sistema montado sobre el clientelismo; es decir, el servilismo; es decir, un sistema de servidumbre bajo señores, y señoras, que se creían dueños hereditarios de la región. ¿Es consciente el nuevo Gobierno de que su primera tarea consiste en dar la libertad a los siervos? No costará un solo euro a los Presupuestos de la Junta.

Como también sale gratis sacudirnos de encima leyes totalitarias. Porque, en efecto, la Historia nos enseña que han existido y existen democracias totalitarias cuando la mayoría priva de libertad a la minoría y establece un Índice de expresiones prohibidas. Hace mucho, el historiador Leib Talmon publicóLos orígenes de la democracia totalitaria que ya hoy es un clásico para comprender leyes como la Ley de Memoria Histórica (una impostura científica) o las que se apoyan en la ideología de género que han liquidado la igualdad legal (herencia de la Revolución Francesa) entre hombres y mujeres. De aquí, la importancia de una educación libre de sectarismo y adoctrinamiento de partido desde la enseñanza básica a la Universidad. "Dadme para educarlo un niño menor de 10 años -decían lo jesuitas del siglo XVII- y será nuestro para siempre". De modo que cabe enseñar para la libertad y entonces tendremos ciudadanos libres, o bien adoctrinar con lo que tendremos siervos felices y devotos. Nacionalcatolicismo laico.

Nuestros profesores necesitan libertad: libertad de cátedra y autoridad para una mejor enseñanza. En lugar de una burocracia que los aplasta, inseparable de la autoproclamada izquierda cargada de intervenciones y prohibiciones, más tiempo libre para la preparación de las clases, la reflexión y el estudio; y en lugar de "los aprobados de despacho" una convivencia en el aula montada sobre los principios de jerarquía y mérito. Un profesor satisfecho es un buen profesor que por supuesto vota.

En determinadas circunstancias, la liberación de un pueblo puede producirse de la noche a la mañana y a coste cero. Mas cuatro años en política dan para mucho. También para fracasar; sobre todo si los antiguos señores consideran un expolio lo ocurrido y están dispuesto a todo con tal de recuperar lo suyo. Serán años de necesaria unidad en el Gobierno, y mutua lealtad. Los votantes del 2 de diciembre esperan que ninguno de los tres partidos cuyos votos permitieron el cambio andaluz llegue a la conclusión de que alguno de los tres no es necesario, y todo se venga abajo. Quizás el viejo adagio medieval no esté equivocado: "Vox populi, vox Dei".

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