Previsión El tiempo en Sevilla para el Viernes Santo

Contar con ellos Contar con ellos

Contar con ellos

El último insulto directo que recibió Vox por parte de Rivera, en vísperas del inicio de la campaña electoral, fue vetar su participación en el acto patriótico de Barcelona a favor de la unidad de España. Luego, los votos han puesto las cosas en su lugar: Vox ha multiplicado sus escaños, mientras Ciudadanos pasaba a la insignificancia. A Rivera le aconsejaban separarse de la "derecha fascista" del PP y de Vox (Sánchez dixit), y Rivera picó el anzuelo, hizo caso de esas consejas y las transformó en insultos con el resultado de que las supuestas derechas subieron de forma notable y los autoproclamados progresistas bajaron en escaños y en las urnas. Un nuevo mapa político (hasta en Andalucía los votantes de las llamadas derechas han superado a los de la supuesta izquierda) que exige el cese de improperios ignorantes, de extravagancias verbales y de cordones sanitarios contra entelequias y ectoplasmas venidos del pasado.

Habrá que devolver al lenguaje político español el significado correcto de palabras y conceptos, porque considerar a Podemos un partido constitucional y recibir el apoyo parlamentario de golpistas catalanes, a la vez que se tacha de inconstitucional a Vox, va mucho más allá del error lingüístico y entra de lleno en el reino del disparate. Vox, dicen algunos, es inconstitucional y antidemocrático porque quiere recortar competencias a las autonomías; pero las autonomías y el centralismo nada tienen que ver con la democracia. ¿Es una dictadura acaso la centralista República francesa? ¿Ha dejado de ser democrática Alemania porque desde hace años los lander vienen cediendo responsabilidades al Gobierno central? Es de una ignorancia supina desconocer que la izquierda histórica siempre fue jacobina y centralizadora.

¿Y los inmigrantes? De lo que he leído y escuchado no parece que Abascal quiera cerrar la inmigración hispanoamericana; más bien al contrario. Sí quiere, sin duda, controlar la inmigración islámica y la que viene de África; lo mismo que hace en secreto la Unión Europea. ¡Ay, ese campo de concentración en Turquía, financiado por Europa y con tres millones de retenidos! Se hacen listas de los pecados de Vox: el teléfono para atajar la violencia familiar, la ayuda a las mujeres embarazadas para que no aborten (¿es el aborto un bien en sí mismo?), supervisión por los padres de las actividades extraescolares de sus hijos, ayuda a la tauromaquia… cosas todas, al parecer, odiosamente anticonstitucionales.

Se han equivocado los críticos de Vox. No han tenido en cuenta el bien conocido rechazo de los españoles hacia las injusticias evidentes: los cordones sanitarios, las mentiras y exageraciones manifiestas, el ninguneo han proporcionado a Vox la imagen de un grupo de mártires perseguidos y han acabado haciéndolo simpático. El partido de Abascal continuará subiendo. Entre otros motivos porque Sánchez acentuará hasta el histerismo su campaña (televisión pública, Radio Nacional, cadenas televisivas privadas, prensa progresista) "antifascista" para justificar la alianza con Podemos y el separatismo. El tipo que quiere destruir el recuerdo de la Transición porque no participó en ella se inventa así una nueva Transición para vencer a un fascismo inexistente.

Lo primero que aprende un político de mediana inteligencia es que "los enemigos de mis enemigos son mis amigos". Rivera no alcanzó ese nivel mínimo de conocimiento; pero tampoco estoy seguro de que el Partido Popular de Casado haya aprendido en cabeza ajena. Vox ha llegado para quedarse, es el despertar metapolítico de necesidades metapolíticas de la sociedad española, y guste o no guste habrá que contar con él. Cincuenta diputados son muchos para que le afecte ya el ninguneo; y su desprecio por el poder (su línea no es gobernar sino influir sobre quienes gobiernan) requerirá de parte de los estrategas del PP un trato delicado hacia este partido de nuevo cuño que, sin duda, también debe madurar.

Escribía John Henry Newman cuando lideraba el Movimiento de Oxford, antes de convertirse al catolicismo, que "los individuos con opiniones fuertes, aunque a veces puedan excederse en el tono o en el lenguaje, son naturalmente eficaces". Justo esta es la diferencia que separa el pensamiento fuerte de un Abascal del pensamiento débil y voluble de un Sánchez o del fenecido Rivera. Por su propio bien, Casado, que tampoco rebosa de ideas, no debería olvidarlo. El peligro mortal para España no es Vox, el peligro cierto es el casorio Sánchez-Iglesias.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios