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Tribuna

Francisco j. Ferraro

Miembro del Consejo Editorial del Grupo Joly

La inevitable victoria del PSOE en las andaluzas

La inevitable victoria del PSOE en las andaluzas La inevitable victoria del PSOE en las andaluzas

La inevitable victoria del PSOE en las andaluzas

Después de 36 años de gobierno del PSOE en Andalucía, todos los sondeos coinciden que será el partido con mayor número de votos en las elecciones del 2 diciembre. Y esto ocurrirá a pesar de que Andalucía no progresa adecuadamente, de los casos (reales o posibles) de corrupción, de que las encuestas coincidan en una valoración negativa de la gestión del Gobierno y de que la mayoría de los andaluces crean conveniente un cambio de Gobierno. Por ello, la pregunta inevitable es ¿por qué gana el PSOE en Andalucía?

Aunque analistas políticos de este periódico y de otros medios se han ocupado en los últimos días de responder a la anterior pregunta, merece la pena insistir en el análisis porque, aun compartiendo muchas de sus reflexiones, creo que habría que agregar algunas otras significativas.

La explicación fundamental, a mi juicio, es porque el PSOE es el partido que mejor representa la ideología socialdemócrata conservadora, la más ampliamente compartida por los andaluces. Y ello es así, entre otras razones, porque a los andaluces no se les ha ofrecido en las últimas décadas otro proyecto económico, social y político alternativo, consistente con la realidad y las tendencias mundiales, y suficientemente claro y atractivo. Por el contrario, las propuestas de los partidos de la oposición son semejantes a las del PSOE con ligeros matices,… y para lo cual los ciudadanos prefieren los gobernantes conocidos.

Los partidos de la oposición no aceptarán la anterior afirmación, pero ¿plantean cambios significativos en asuntos sustanciales como la sanidad pública universal sin ningún tipo de copago, la educación gratuita en todos sus niveles y sin cambios en su gestión y contenidos, la política de desarrollo económico, el seguro de desempleo y los planes de empleo rural, la multiplicidad de subsidios a empresas y colectivos sociales, la proliferación de organismos públicos, la defensa a ultranza del empleo público,…? Si el lector duda de las similitudes programáticas le propongo que repase el discurso final del debate electoral del pasado día 19 en Canal Sur y comprobará la coincidencia de contenidos, o que analice las reclamaciones más comunes de la oposición en los distintos ámbitos administrativos en los que gobierna el PSOE.

La oposición no tiene proyectos políticos alternativos porque la lluvia de críticas que recibirían tendría un elevado coste electoral. Proponer reformas significativas en el marco institucional exige una voluntad pedagógica y una renuncia a éxitos electorales inmediatos que no es compatible con los partidos políticos españoles, que están instalados en el cortoplacismo y que sustancian su trabajo en propuestas oportunistas con el momento político y en el desgaste de los partidos contrincantes aprovechando indicios de corrupción, deslices, comportamiento censurable, fallos de gestión o demandas de aumentos de gasto público.

Otra razón de peso para el mantenimiento del PSOE en el Gobierno andaluz proviene de las prerrogativas del poder, lo que le permite conocer mejor los entresijos de la administración pública y utilizarlos en su favor. Estas prerrogativas derivan a veces en clientelismo, que no es exclusivo del Gobierno andaluz, pero que en otras latitudes democráticas sería censurable, e incluye desde medidas de inversión o creación de empleo público en vísperas electorales hasta medidas de apoyo a determinados colectivos (sindicatos, patronal, empleados públicos, cooperativistas, sectores productivos o empresas concretas), o el control de los medios de comunicación públicos.

Además, el desgaste del poder autonómico es menor que el nacional. Por una parte por su menor visualización como recaudador fiscal y, por otra, porque el control externo suele ser más débil, ya que en la política nacional predominan las políticas de demandas y grandes regulaciones que son seguidas y analizadas por instituciones nacionales e internacionales con mayor trascendencia mediática. En el ámbito autonómico por el contrario, las políticas relevante son políticas de oferta, que se aplican a través de miles de actos singulares, por lo que su evaluación y seguimiento son más complejos, además de existir pocas instituciones civiles independientes que realicen un seguimiento de la política regional. Por estas razones a los partidos de la oposición le resulta más cómodo y rentable hacer denuncias que van saliendo al paso que abordar una evaluación rigurosa de la gestión pública.

Con todas estas ventajas juega el PSOE en Andalucía. En su contra juega tanto el cansancio de los electores como el acomodamiento y la pérdida de creatividad política de sus dirigentes. Pero a su favor también suma el desgaste de la oposición por la carencia de proyectos alternativos y porque muchos políticos de la oposición están instalados en las instituciones con cierta comodidad.

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