Los imputados por haber agredido a dos guardias civiles y sus parejas en un bar de Alsasua (Navarra) el pasado 15 de octubre se enfrentarán a penas de entre 10 y 15 años de cárcel por estos hechos, que se enmarcarían en un delito de lesiones terroristas.

La investigación de este caso, en el que hay imputadas nueve personas -de ellas siete en prisión preventiva-, no se demorará mucho tiempo y la intención de la Fiscalía es reclamar contra ellos esa pena, estipulada en el artículo 573 bis 1 4º del Código Penal.

Este artículo se refiere a las lesiones terroristas, en las que se enmarcarían los hechos ocurridos en Alsasua, que serían un delito de terrorismo porque se trata, según la Fiscalía, de actuaciones que pretenden "obligar a los poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo".

Tras una corta instrucción en un juzgado navarro, la investigación la lleva ahora la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, quien envió a siete sospechosos a prisión tras ser apuntados por las víctimas como autores de los golpes en sendas ruedas de reconocimiento celebradas en la Audiencia Nacional.

También figuran otros dos imputados, un hombre y una mujer, que no habrían participado directamente en los hechos, aunque sí se encontraban en el bar y habrían podido incitar a los golpes.