La junta de gobierno local del Ayuntamiento de Carmona se reunió ayer, en turno urgente, acordando pedir a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía una unidad móvil de Emergencias para la localidad, así como el "esclarecimiento" de los hechos acontecidos en la ciudad el pasado 16 de agosto, cuando Rosario Alonso Ballesteros, de 87 años de edad, falleció como consecuencia de un retraso de una hora y media por parte de la ambulancia que debía atenderla, según denunció la familia de la misma a la Guardia Civil.

El alcalde de la localidad sevillana, Antonio Cano (PSOE), manifestó "sus condolencias a la familia de la fallecida", y anunció que "se han tomado varias medidas, entre ellas, instar de nuevo a la Consejería de Salud a que acelere los trámites para que Carmona pueda disponer cuanto antes de una unidad móvil de urgencias, con ambulancia UVI móvil y personal especializado".

Por otra parte, el servicio de urgencias sanitarias 061 señaló ayer que el domingo 16 de agosto transcurrieron "menos de 40 minutos" entre que se recibió el aviso de urgencias y el facultativo acudió al domicilio de la anciana de 87 años que murió como consecuencia de un cuadro de disnea en Carmona.

Los familiares de la mujer han interpuesto una denuncia ante la Guardia Civil tras considerar que el retraso de la ambulancia pudo impedir que siguiera con vida, ya que cuando llegó el médico sólo pudo certificar la muerte de la anciana tras un ataque de disnea.