El Ayuntamiento de La Rinconada, los sindicatos CCOO y UGT y los consejeros de Empleo (Antonio Fernández) y Agricultura y Pesca (Isaías Pérez Saldaña) se reunirán esta semana con el comité de empresa de la planta de Ebro Puleva con el objetivo de establecer un "frente común" contra los términos en que se plantea el plan de reestructuración de la compañía, que incluye el cierre de la fábrica de acuerdo a la nueva Organización Común de Mercados (OCM) del azúcar pero no contempla "ninguna medida" paliativa o de reindustrialización que compense el cierre de las instalaciones, que sustenta la economía de unas 200 familias. Según informaron los trabajadores de la firma a Europa Press, la reunión se celebrará previsiblemente a mitad de semana, a falta de que las partes terminen de cuadrar sus agendas de trabajo.

Fuentes del Ayuntamiento de La Rinconada indicaron días atrás que el comité de empresa de esta planta y el gobierno rinconero rechazan "totalmente" el modelo de reestructuración de Ebro Puleva. La compañía no prevé reinvertir en La Rinconada ni un solo euro de los casi 50 millones de euros que recibirá en concepto de ayudas de la Unión Europea. Esta subvención se entregará por el cierre de varias factorías a raíz de la nueva OCM del azúcar.

Ante esta situación, el alcalde Javier Fernández anunció el pasado diciembre a este periódico que el Ayuntamiento exigirá a la empresa que reinvierta parte de las ayudas europeas en La Rinconada a cambio del apoyo que ha dado el municipio a su plan de restructuración. Ebro Puleva prevé que desaparezca la planta sevillana y las de Jerez de la Frontera (Cádiz) y Peñafiel (Valladolid), mientras invertirá 72,6 millones en la zona Sur con 36 millones para la planta de biodiésel de Jédula (Cádiz), 30 para una refinería en Guadalete (Cádiz) y otros 6,6 para la construcción de silos en el puerto de La Cabezuela (Cádiz). En las tres plantas que se cerrarán, la empresa espera que no haya despidos del personal fijo, sino prejubilaciones y traslados.