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Isidoro Ramos: "Con el Cercanías podremos estar en Sevilla en diez minutos"

  • El regidor olivareño pretende que al menos la mitad de las casas que se construyan sean de VPO y ha propuesto a la Junta dos áreas de oportunidad industrial

El alcalde de Olivares es nuevo en el cargo, pero no en el Ayuntamiento, en el que entró como policía local en 1986. Cuatro años después, sacó una plaza de administrativo, con la que ha pasado por urbanismo, secretaría y ha ejercido de interventor. Después de perder unas primarias en 2003, el PSOE le invitó a abrir la lista en las últimas municipales. Sacó mayoría absoluta.

-Con su experiencia, le habrá sido fácil ponerse al día.

-La toma de contacto ha sido menos complicada. Trabajo con compañeros. Saber cómo funciona todo es una ventaja. Conozco la idiosincrasia de un ayuntamiento de pueblo y he ido en línea recta.

-¿Qué problemas ha afrontado en estos meses? En Olivares, ha habido una alternancia de gobierno y además la ex alcaldesa del PP terminó el mandato sin el apoyo de los suyos.

-Era un desastre, lo he vivido como funcionario. Un desgobierno total, no sólo por la cuestión económica, que es salvable. El principal problema ha sido organizar los servicios. Durante años no ha habido un criterio de funcionamiento y cada trabajador iba a su aire. También hemos tenido que afrontar cuestiones urbanísticas, reconducir proyectos que estaban anclados desde hace años y es complicado resolver.

-¿Qué problemas?

-Tenemos un PGOU aprobado hace año y medio, pero hay expedientes que no se estaban tramitando correctamente, hechos consumados y situaciones en las que valoramos si lo mejor era volverlas a iniciar, con los perjuicios que acarrea o reconducirlas a la legalidad. Es lo que hemos decidido.

-¿Ha presentado alguna alegación al plan del área metropolitana, tan de actualidad?

-Sí. Dos propuestas de área de oportunidad industriales, de entre 20 y 30 hectáreas cada una. Una es conjunta con Albaida. La otra es en solitario, cerca de Villanueva del Ariscal, que ha presentado otra en la zona. Ésta va junto a la futura red de Cercanías y es de tipo logístico, empresarial y hotelero. Con el respaldo de Fomento al tren, creo que la zona tiene un futuro halagüeño.

-¿Es porque existe un déficit industrial en Olivares?

- Sí. Aunque también hemos sido realistas: con un PGOU aprobado y siete áreas de oportunidad de vivienda ya previstas en el Potaus, sabíamos que era difícil otra cosa. Pero la vivienda es una prioridad para nosotros y vamos a intentar intervenir con el desarrollo del PGOU.

-¿Van a cambiarlo?

-La filosofía del PGOU, aprobado en el anterior mandato, no es la nuestra. Apuesta por el modelo de Espartinas, una ciudad jardín y para un nivel de renta medio-alto. No estoy en contra, pero prima intereses privados sobre los del ciudadano. La ley nos permite hacer algunas modificaciones y estamos fijando los criterios para negociar con los promotores de algunos sectores. El reto es aumentar el porcentaje de vivienda protegida del 30 por ciento hasta el 50 por ciento, por lo menos. El mercado se ha puesto de una forma que no queda más remedio. El acceso a la vivienda no es un problema de familias con pocos recursos, sino de la mayoría. En Olivares puede haber unos 500 jóvenes y familias que necesitan una VPO.

-A vueltas con el Potaus, ¿le gusta el tratamiento que se le está da al segundo cinturón del Aljarafe?

-Está claro que había que apretarse el cinturón. El ritmo de crecimiento era descerebrado. El POTA pone unos criterios y no hay más remedio que apostar por otra cosa, el sector industrial. Además, el problema de la movilidad es serio.

-¿Qué perspectivas tiene puestas en el Cercanías, con parada entre Olivares y Villanueva?

-Espero que influya muy positivamente. Tenemos previsto unir el casco urbano con la estación a través lanzaderas. Villanueva va a crear un gran aparcamiento. Estaremos en Sevilla en diez minutos.

-Pero el Gobierno central ha presupuestado poco para este año.

-El compromiso de la ministra Magdalena Álvarez con los alcaldes fue que para 2009-2010 la línea estaría ejecutada hasta Benacazón, aunque los trámites son lentos. Ocurre lo mismo con la circunvalación Camas-Valencina, el director general de Carreteras se comprometió a que el proyecto se va a agilizar para que en 2010-2011 esté ya en otras. Es otra prioridad para Olivares, por que lo primero que buscan las empresas son vías de comunicación y tráfico fluido.

-¿Cuáles van a ser sus prioridades en materia de equipamientos?

-El déficit de equipamientos en Olivares es absoluto, no se cubren las necesidades básicas. Un colegio tiene más de 50 años, otro casi 40 y tenemos caracolas. En estos meses, hemos cedido a la Junta suelo para otro colegio, y estamos gestionando uno más. Olivares también necesita un pabellón cubierto, cuyas obras podrían comenzar en 2009. Se ha terminado el gimnasio municipal, un proyecto que inició una corporación socialista. Además, vamos a solicitar un centro cívico a la Junta, queremos reformar el mercado de abastos y las guarderías municipales y hemos planteado al SAS la ampliación del centro de salud en el solar del enfrente, nosotros haremos la obra y ellos la equipan y la dotan de personal, para especialidades como fisioterapia o radiología. Son compromisos electorales que queremos poner en marcha de inmediato. Por mi experiencia sé que si no empiezas fuerte el mandato no da tiempo a tener las cosas. Cuatro años pasan muy rápido y los trámites de la administración se llevan mucho tiempo.

- ¿Qué planes tiene para el rico patrimonio de Olivares?

-Haremos un museo en el edificio de la plaza donde está el BBVA, el antiguo alfolí. La anterior corporación ya negoció con la propiedad la permuta de una zona que está en ruinas. Nosotros somos más ambiciosos y queremos todo el edificio. Olivares también tiene importantes vestigios arqueológicos que queremos relanzar. Aunque el mercado barroco (en la primera semana de junio) es la referencia más importante y va a más cada año. El pueblo entero se implica.

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