La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha abierto expedientes sancionadores por las obras de demolición, sin solicitar permiso alguno, de la antigua estación de la Rigüela y parte de un depósito, construcciones de principios del siglo XX, en el término de Guillena, vinculadas al antiguo trazado del ferrocarril de Minas de Cala hasta San Juan de Aznalfarache. Ha dado instrucciones además para que dichos expedientes se tramiten con carácter prioritario.

Así lo ha hecho constar en la respuesta por escrito a una pregunta que  el diputado de Unidas Podemos por Andalucía Ismael Sánchez planteó en el Parlamento andaluz, sobre las medidas que el Gobierno autonómico pensaba tomar en relación a lo ocurrido. El derribo se produjo en mayo, por un particular, que también realizó movimientos de tierra sobre una parte de la plataforma y esparció los restos de la demolición en el entorno del Rivera de Cala.

Según precisa ahora el departamento que dirige Carmen Crespo, la Delegación Territorial de Desarrollo Sostenible en Sevilla ya ordenó la suspensión provisional de cualquier obra, en el paraje denominado Canillas, y se acordaron "medidas adicionales para la salvaguarda de los determinados recursos naturales".

Por otro lado, apunta que los hechos denunciado pueden conllevar además infracciones en materia de aguas y disciplina urbanística, cuyo ejercicio corresponde a otras administraciones, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y el Ayuntamiento de Guillena, que ya abrió expediente en su momento.

Las acciones que se están analizando "pueden suponer un riesgo sobre la seguridad de las personas y bienes de naturaleza no forestal, por lo que se ha dado traslado de dichas actuaciones a las Administraciones citadas para que valoren", se recoge en al respuesta por escrito, fechada el 20 de septiembre.

Movilización ciudadana tras el derribo

El derribo de esa estación ya motivó una importante marcha y movilización, el pasado 20 de junio, en la que participaron distintos colectivos y particulares para reclamar medidas que evitaran que se perdieran más elementos de este antiguo ferrocarril, promovido por la Sociedad Minas de Cala.

Con posterioridad, colectivos como Asedeca (Asociación en Defensa de los Caminos Públicos), la Asociación Ciclista a Contramano, la Fundación de Patrimonio Industrial de Andalucía (vinculada al Colegio Oficial de Ingenieros de Andalucía Occidental) y Ecologistas en Acción se han puesto a trabajar intensamente para inventariar y estudiar la situación de todos esos elementos y lograr que el antiguo trazado del ferrocarril de Minas de Cala se convierta en vía verde. Tiene 97 kilómetros, más otros 13 del ramal a Santa Olalla del Cala y 14 del ramal hasta Nerva.

Ya han mantenido reuniones con grupos políticos de distintas instituciones, que han respaldado la iniciativa, y están logrando además declaraciones y mociones de apoyo de muchos ayuntamientos implicados.