La consejera andaluza de Cultura, Rosa Aguilar, ha garantizado que el conjunto arqueológico romano de Itálica, en Santiponce, permanecerá abierto todo el verano, después de que el sindicato CCOO haya denunciado su cierre temporal por falta de personal. En declaraciones a los periodistas, Aguilar se ha mostrado "sorprendida" por la información sindical, que ha atribuido a algún tipo de confusión por el sindicato o por parte del comité de empresa, ya que, ha asegurado, desde hace tiempo su departamento estudia las necesidades de personal y de vigilantes del conjunto arqueológico, con idea de darle respuesta. 

Itálica permanecerá "abierta en todo momento y a lo largo de todo el tiempo", ha garantizado la consejera al asegurar igualmente que se podrá ver "lo fundamental" del conjunto tanto desde el punto de vista arqueológico, como histórico y de interés del yacimiento romano. 

La consejera ha explicado que durante el periodo de estudio sobre las necesidades de personal de Itálica ni siquiera se ha pensado en la posibilidad de que pudiera estar cerrado al público durante los meses de verano. 

CCOO ha señalado que la negativa por parte de la Consejería de Cultura de cubrir las jubilaciones y los periodos de vacaciones del personal provocan "falta de personal de vigilancia" de modo que no queda garantizada "la seguridad del patrimonio ni de las personas que lo visitan". El sindicato ha lamentado igualmente que la oposición de la Dirección de Función Pública de la Consejería de Administración Pública de contratar personal "para privatizar un servicio que se viene realizando de forma eficaz por personal de la propia Administración Pública Andaluza". 

La ciudad romana de Itálica, cuna de los emperadores Trajano y Adriano, incluye un anfiteatro romano y ofrece la posibilidad de pasear por el trazado de lo que fueron sus calles, así como de conocer las casas, edificios públicos, objetos de arte y utensilios de la vida cotidiana utilizados por sus habitantes, según la web andaluza de turismo. Sus orígenes se remontan al año 206 a.C., cuando el general Publio Cornelio Escipión, en el contexto de la segunda Guerra Púnica, derrotó a los cartagineses en la Batalla de Ilipa y estableció un destacamento de legionarios en el Cerro de San Antonio, lugar donde ya existía una población turdetana desde el siglo IV a.C.