Estos dos nuevos accidentes, en los que han sufrido graves heridas dos trabajadores con una diferencia de apenas 24 horas, han vuelto a poner de relieve el repunte que se ha producido en los accidentes laborales con la tibia recuperación económica, especialmente en Sevilla. El año pasado fue la provincia con más muertes en el tajo, sólo por detrás de Madrid, pese a la diferencia notable en población y volumen de empresas entre uno y otro territorio.

En concreto y según un informe elaborado por el sindicato CCOO en Sevilla y presentado recientemente, un total de 27 trabajadores perdieron la vida en sus puestos de trabajo en la provincia, un 125% más que en el año 2014. En lo que va de 2018, el sindicato ya ha contabilizado otros dos fallecimientos: el de un camionero que perdió la vida el 12 de enero en la carretera, cuando circulaba por el término municipal de Écija, y el de la trabajadora de 46 años en una finca agrícola ubicada en El Viso del Alcor, que quedó atrapada en una máquina de recogida de patatas. A ello se unen los siniestros en los que no se producen víctimas mortales.

Según el mismo estudio, se producen hasta 56 accidentes laborales de media cada día. La mitad de los fallecidos en 2017 llevaban menos de un año en el puesto en el que perdieron la vida y el 24% no llegaban ni siquiera a un mes. Por ello, el sindicato ha relacionado este incremento con las condiciones laborales y la precariedad que, en algunos casos, está acompañando a esa recuperación de la actividad económica y del empleo y ha exigido a las administraciones más inspecciones y medidas de control a las empresas.

El sector en el que se produjo un mayor incremento de los accidentes fue el de la construcción. Teniendo en cuenta todos los que se registraron, aún sin fallecidos, hubo 128 más que en el año 2016.