Los 20.000 vecinos de Arahal han estado casi un día entero sin agua corriente por la rotura de un tramo de tubería principal que abastece al municipio. La avería tuvo lugar sobre las doce de la noche del sábado al domingo y el agua debía llegar a los hogares antes de las diez de la noche de este domingo, anunció el Consistorio. Según explicó a este periódico el alcalde, Miguel Ángel Márquez (IU), al ser una antigua instalación de fibrocemento, un material muy rígido, la tubería se partió en dos con el movimiento del terreno que suele darse con la llegada del calor.

Ya se han dado otros episodios parecidos en la zona y seguirán repitiéndose mientras no se acometa la sustitución total de los 44 kilómetros de tubería de agua que hay entre Écija, Morón y Arahal, una obra que cuesta 50 millones de euros, aclaró Márquez.

La retirada de la tubería dañada planteaba una seria complicación por el punto donde sucedió: bajo la carretera de Arahal a Morón, lo que obligó a buscar una salida sin romper la infraestructura. Este hecho provocó que las tareas de reparación se alargaran sobremanera, primero esperando a que amaneciera para tener luz suficiente y luego perforando el terreno cercano hasta llegar a los tres metros de profundidad sin tocar la carretera, relata el regidor municipal, quien se ocupó personalmente de hacer el seguimiento del incidente y de estar a pie de obra hasta el final.

La retirada de la vieja tubería de fibrocemento sin dañar la carretera y su sustitución por otra de fundición de hierro se superó con éxito a primera hora de la tarde por parte de los operarios de la empresa Consorcio de Abastecimiento y Saneamiento de Agua Plan Écija, responsable del servicio. El alcalde explica que las roturas de tuberías de ocasiones anteriores no fueron problemáticas al suceder en medio del campo y tener una reparación muy rápida. En el campo se hace un bypass en cuestión de pocas horas y se tira de los depósitos municipales para dar agua provisionalmente. Antes de las ocho de la tarde los técnicos habían conectado la nueva tubería con la red general, empezaban a tapar el agujero de tres metros abierto y comenzaban a meter agua de la red. El alcalde calculó que antes de las diez de la noche los vecinos debían tener ya agua en sus casas y se alegró de que el problema no se prolongara un día más.