Los Palacios

Un equipo de archiveros reforzará la labores de recuperación documental tras el incendio

  • Responsables de la Diputación y de la Junta confirman que la catástrofe no tiene precedentes.

La hecatombe documental no tiene precedentes en Andalucía y puede que tampoco en España. De hecho, para recuperar la documentación destruida por el incendio que arrasó la pasada semana el edificio que ocupa el Ayuntamiento de Los Palacios, el archivero municipal, Julio Mayo, recurrirá a técnicas aprendidas tras una inundación en Florencia. La experiencia italiana consiste en congelar los amasijos de papeles que están todavía húmedos para evitar que se compacten y ello impida una posterior actuación, pues el volumen de trabajo es tan grande que no hay posibilidad de hacerlo sin correr ese riesgo. Ello, además, dará un margen de tiempo para que se incorporen a las labores más personal cualificado.

Los refuerzos se esperan en breve, después de que las responsables de los archivos de la Junta de Andalucía y de la Diputación provincial, Ana Melero y Carmen Barriga, respectivamente, visitaran ayer el municipio para comprobar in situ las necesidades del equipo municipal. Ambas quedaron impresionadas por la magnitud del desastre y se comprometieron a colaborar incluso de manera particular, pues lo peor que recuerdan hasta la fecha son los daños causados por las inundaciones en el archivo de Peñaflor. "Hemos tenido pérdidas, robos, incluso edificios derrumbados pero nunca un incendio en un archivo municipal", apuntaron las archiveras, que transmitirán sus impresiones a los responsables políticos de las distintas administraciones para aportar refuerzos. Al parecer, la Diputación de Sevilla trasladará al municipio a 7 u 8 archiveros de zona y se espera que el Gobierno andaluz sufrague las restauraciones de libros.

Desde que la Guardia Civil autorizó la entrada en las dependencias siniestradas, la documentación se ha ido recopilando y trasladando a una nave de propiedad municipal en el polígono industrial El Muro, donde se ha montado un centro de recuperación. Por ahora, se están llevando a cabo dos líneas de actuación: una centrada en el patrimonio documental histórico y otra en la reconstrucción administrativa del municipio. Esta última se desplazará a otras instalaciones y ahí comenzará una etapa larga en la que se irá recuperando documentación con la ayuda de otras fuentes documentales como copias o información adicional.

La recuperación del patrimonio documental histórico continuará en la nave, aunque es imposible ponerle una fecha de finalización, por lo que se procederá a congelar los legajos. Los libros de más valor, del siglo XVII y XVIII, se han salvado, así como la fototeca y libros de actas de la Transición.

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