La nueva ordenanza contra los vertidos descontrolados de Morón de la Frontera, que entra en vigor hoy, prevé un endurecimiento de las sanciones por el arrojo de desechos al alcantarillado sin contar con la autorización correspondiente. La nueva ordenanza, aprobada en septiembre del pasado año, establece las condiciones de vertido de aguas residuales no domésticas en el sistema público de alcantarillado y contempla una multa de hasta 12.000 euros para el infractor, según informaron ayer fuentes municipales.

Asimismo, clasifica las infracciones en leves (como conectarse a la red sin licencia o no ejecutar las arquetas de control), graves (como por ejemplo, incumplir las condiciones impuestas en el permiso de vertido o incurrir dos veces en una infracción leve) y muy graves (verter residuos prohibidos, causar daños al alcantarillado o incurrir por segunda vez en una misma infracción grave) y establece multas de 1.000, 6.000 y hasta 12.000 euros.

Además, el infractor deberá costear la reparación por parte del Consistorio de las infraestructuras dañadas. Las ordenanzas prohíben expresamente el vertido de aguas procedentes de almazaras y de instalaciones de aderezo y envasado de aceitunas y curtidos ácidos, además de todo un listado de prohibiciones y limitaciones en los vertidos. También establece los valores máximos de contaminación.

La normativa que empieza a regir hoy tiene como objetivo "la protección de la red de alcantarillado y de la estación depuradora municipal de aguas residuales -instalación que comenzó de nuevo a funcionar en febrero tras su reparación- frente a la contaminación de origen industrial".

Así, para evitar el colapso de la nueva estación regeneradora del agua, la nueva ordenanza trata de asegurar que la carga contaminante que aportan las aguas residuales urbanas no superen los valores que permiten el correcto tratamiento de la depuradora.