La familia de Utrera que mantenía en acogida a dos niños de siete y cinco años cuya tutela había resuelto rescatar la Junta de Andalucía entregó ayer en Sevilla, en el Servicio de Prevención y Apoyo a la Familia de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social, a ambos menores en una escena marcada por las "lágrimas" y la emoción, pues estos vecinos esperan no desligarse de los niños pese a su devolución a la Administración andaluza. Esta familia se manifestó la pasada semana para tratar de impedir esta entrega, apoyada por un centenar de vecinos, que se concentraron a las puertas de la vivienda.

La hija del matrimonio de Utrera que ostentaba la tutela de los dos niños hasta que la Consejería de Igualdad y Bienestar Social ordenó su retirada, Paola Sánchez, informó de que la entrega de los menores, Nerea y Antonio, tuvo lugar pasadas las 08:30 en la sede del Servicio de Prevención y Apoyo a la Familia, en la calle Federico García Lorca de Sevilla capital.

En presencia de la abogada de la familia, un técnico de este departamento se ha hecho cargo de los dos menores en una escena en la que, según el relato de la joven, Nerea "lloraba" mientras su hermano "se agarraba a mí" en un esfuerzo por no separarse de su familia de acogida, que ha perdido la tutela de los niños pasando unos momentos "muy difíciles" después de que una concentración ciudadana abortara el pasado jueves en Utrera la recogida de los menores.

"Hemos pedido poder verles al menos los fines de semana", dijo Paola Sánchez reconociendo, no obstante, que "no lo van a permitir", en alusión a los técnicos de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social que han resuelto suspender el régimen de acogida del que gozaban los niños en esta familia de Utrera.

"Sólo queremos poder verlos", repitió la joven recordando que sus padres "se han hartado de llorar" en el momento de la entrega, toda vez que la familia aún no ha decidido nada en lo que a posibles acciones legales se refiere para tratar de recuperar a los menores.