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Morón de la frontera

La juez investiga a dos ex delegados de la Junta por los perjuicios de una mina

  • Ecologistas en Acción llevó a la Fiscalía la "destrucción irreversible" de zonas que sustentan hábitats de importancia comunitaria en la Sierra de Esparteros.

El juzgado de Instrucción número 11 de Sevilla investiga una denuncia de la Fiscalía de Medio Ambiente contra dos ex delegados provinciales de la Consejería de Innovación y dos responsables del servicio de Minas, en relación con delitos de prevaricación y dejación de funciones por los posibles perjuicios ocasionados con la cantera de la Sierra de Esparteros de Morón, que actualmente está parcialmente paralizada por realizar bancos con alturas superiores a 30 metros, con el consiguiente riesgo para la seguridad de los trabajadores.

La denuncia fue presentada ante la Fiscalía por la asociación Ecologistas en Acción y se dirige contra los ex delegados provinciales de Innovación Francisco Álvaro Julio y María José Martínez Perza, contra el jefe del servicio de Industria, Energía y Minas, José Antonio Vega González, y contra el ex jefe del departamento de Minas Juan Manuel Revilla Delgado. Según los ecologistas, los denunciados prestaron declaración en el juzgado en marzo pasado, en el marco de unas diligencias previas que se iniciaron ante la "repetida negativa" de la delegación provincial de Medio Ambiente de colaborar con la Fiscalía, que había abierto previamente unas diligencias de investigación.

La denuncias de los ecologistas, realizada en diciembre de 2010, advertía de la "destrucción irreversible" de zonas que sustentan hábitats de importancia comunitaria en la Sierra de Esparteros de Morón de la Frontera y los daños habrían sido provocados por la cantera propiedad de la empresa Sidemosa. Pero los hechos se remontan la primavera de 2008 cuando el servicio de Protección Ambiental de la delegación provincial de Medio Ambiente solicitó al servicio de Minas la suspensión del plan de restauración de la cantera, basándose en que el plan consistía en una "falsa restauración" y se había convertido de hecho en una ampliación encubierta de la explotación, que se estaba ejecutando sin someterse a ningún procedimiento de prevención y evaluación ambiental, aseguran los ecologistas, que denunciaban los "graves e irreversibles daños a la flora y fauna", y señalaban por ejemplo que una pareja reproductora de águilas perdiceras ha desaparecido de la Sierra de Esparteros y su nido ha sido destruido. La denuncia asegura que los denunciantes hicieron caso omiso a los requerimientos de Medio Ambiente, dejando que siguiera ejecutándose el falso plan de restauración sin realizar ninguna actuación de comprobación de los hechos.

En noviembre de 2001 la Fiscalía de Medio Ambiente recibió un informe del Seprona en el que explicaba que no se había encontrado "fundamento alguno para poder asegurar que se haya cometido prevaricación ni dejación de funciones por parte de los funcionarios denunciados", pero como la delegación de Medio Ambiente no contestó a la Fiscalía, esa "falta de colaboración" llevó al Ministerio Público a denunciar los hechos y a interesar del juzgado que "se lleven a cabo las diligencias de investigación que a este Ministerio le han sido vedadas".

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