Seis muertos en un accidente de tráfico en Los Palacios al arrollar un camión un control de la Guardia Civil
Dos agentes del instituto armado y otras cuatro personas han fallecido esta madrugada en la autovía AP-4
Los Guardias Civiles fallecidos en el accidente de la AP-4 pertenecían al mismo grupo que uno de los guardias muertos en Barbate
El Gobierno confirma que el control "estaba bien señalizado"
Seis personas murieron la madrugada de este martes en uno de los accidentes de tráfico más graves que se recuerdan en la historia reciente de España. Un camión de gran tonelaje arrolló a varios vehículos que estaban detenidos en un control de la Guardia Civil en la autovía AP-4, a la altura de la salida de Los Palacios en sentido Sevilla.
Dos de las víctimas mortales son agentes del instituto armado y los otros cuatro civiles que estaban parados en el control. Uno de ellos es de Dos Hermanas, otro de Barbate, otro de Ceuta y el último es extranjero, sin que se haya precisado su nacionalidad.
El accidente se produjo a las 4:40 de la madrugada. Los agentes del Grupo de Acción Rápida (GAR) habían montado un control en la autovía en busca de drogas. Se trataba de uno de los habituales puntos de verificación que realiza la Guardia Civil en su lucha contra el narcotráfico, enmarcado dentro del plan Campo de Gibraltar, que ya se ha ampliado a la mayoría de provincias andaluzas, entre ellas Sevilla.
Los agentes del GAR, unidad que tiene su sede en Logroño, montan a menudo este tipo de controles y están desplazados en Andalucía para luchar contra la introducción ilegal de hachís desde el norte de África. Un agente de este grupo fue uno de los asesinados en Barbate el pasado 9 de febrero.
Control bien señalizado
Los guardias civiles estaban parando coches y revisando los maleteros y a los ocupantes de los distintos vehículos que pasaban en ese momento por la autovía de camino a Sevilla. Para ello se había montado un dispositivo con 17 guardias civiles y al menos tres vehículos oficiales, entre ellos el furgón del GAR.
El control estaba delimitado con conos y perfectamente señalizado con luminosos, según precisaron fuentes del cuerpo. Tres turismos (en este punto bailan las cifras y algunas fuentes apuntan que eran sólo dos) estaban detenidos en el control mientras los agentes revisaban los coches y a las personas que iban en el interior en el momento en que llegó un camión que no se detuvo y arrolló a todos los que allí estaban.
El trailer destrozó a su paso los vehículos de la Guardia Civil y los turismos de los particulares, matando en el acto a seis personas e hiriendo a al menos otras tres. Los dos guardias civiles fallecidos son el cabo primero Eneko Lira, de 37 años y natural de Baracaldo, y al guardia Juan Jesús López, de 34 años y de El Ejido. Otros cinco agentes resultaron heridos, tres de ellos graves. Estos tres fueron trasladados en ambulancia a distintos hospitales sevillanos, mientras que los dos acudieron después por sus medios a curarse.
El más grave tiene un neumotórax bilateral y múltiples traumatismos. El segundo más grave padece una fractura en el fémur y afecciones en el hígado y el páncreas. El tercero de los heridos graves tiene una fractura en la pierna, según informó poco después del accidente el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano. Estos dos últimos heridos se encuentran en el Hospital Virgen de Valme.
El camionero, detenido
Según pudieron saber los investigadores, hubo varias personas que lograron sobrevivir al accidente, pues escucharon los gritos de los guardias civiles y consiguieron saltar al arcén a tiempo para salir ilesos. El camión hizo lo que los transportistas conocen como la tijera, quedando la cabeza tractora paralela a la vía y el remolque cruzado en ella de forma perpendicular. En ese camino, el remolque barrió todo el ancho de la calzada, arrollando todo lo que encontró a su paso.
Hasta el lugar de los hechos acudieron numerosos servicios sanitarios y de rescate, tanto de los Bomberos como del 061, que trasladaron a los heridos. Numerosos guardias civiles acudieron también para practicar las primeras inspecciones en la zona.
El conductor del camión quedó detenido por la gravedad de los hechos y en principio se le imputan seis delitos de homicidio imprudente. Dio negativo en la prueba de alcohol y drogas y todo apunta, en esta primera fase de la investigación, a una somnolencia o despiste como causa principal del siniestro.
Algunas fuentes apuntan que en su primera declaración el conductor ha negado que se quedara dormido. En el camión iban dos personas que resultaron ilesas. El vehículo pertenece a la empresa Transmoro, de Lucena del Puerto (Huelva), una compañía que cuenta con 135 camiones y que se encarga de transportar frutas y verduras.
El camión había partido del Campo de Gibraltar y se dirigía a Guarromán (Jaén). Ahora, los especialistas en materia de transporte de la Guardia Civil analizarán el tacógrafo del vehículo, que le marcará tanto la velocidad como la ruta y las condiciones en las que circulaba el camión.
Igualmente, un equipo de reconstrucción de accidentes de tráfico (Dirat) se desplazó al lugar de los hechos desde Mérida para realizar un informe del siniestro. La autovía quedó cortada en sentido Sevilla durante toda la mañana y no está previsto que se reabra hasta bien entrada la tarde, una vez que los especialistas hayan terminado su trabajo en el lugar de los hechos y se haya limpiado bien y retirado todos los restos de la vía.
Múltiples destrozos
A primera hora de la mañana de este martes, las escenas en la autovía AP-4 eran de absoluta destrucción. Los coches de la Guardia Civil eran un amasijo de hierros, los restos de metal, cristales y sangre se esparcían por una calzada en la que numerosos especialistas del instituto armado fotografiaban la escena y trataban de obtener información de lo ocurrido, al tiempo que otros intentaban que nadie ajeno a la investigación tomara imágenes.
El comandante jefe del subsector de Tráfico de Sevilla, Rafael Jiménez Onetti, admitió que es "lo más terrible" que ha visto en sus casi cuarenta años de carrera profesional. Es, sin duda, el siniestro más grave en la historia reciente de la provincia de Sevilla.
Onetti recalcó que el control estaba perfectamente delimitado y señalizado y era visible en mitad de la noche. "Normalmente en la Guardia Civil estamos muy habituados a este tipo de controles, más aún en una vía rápida como ésta. Se coloca la señalización correcta y luminosa para advertir del control, es lo habitual en la Guardia Civil", advirtió el comandante.
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