Almería

¿Bienvenido, 'Míster Alemán'?

  • Almería lleva reclamando el soterramiento de las vías del tren veinte años como única solución

María Victoria Revilla

La  firma ministerial que Ana Pastor estampó el 18 de enero sobre el convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Almería es uno de esos gestos que pueden marcar el futuro de la capital. Su rúbrica autoriza a Adif la cesión de uso temporal de una pastilla de suelo de 19.000 metros en plena zona centro. El convenio hace posible levantar viejas vías del tren y crear un parque que no solo palie el déficit de espacios verdes,  sino que consiga unificarla con la eliminación de esta barrera que parte en dos a la ciudad. Todo perfecto, hasta aquí. La pregunta que muchos se hacen es si esta cesión es un premio de consolación por el retraso del soterramiento que cierra puertas, por otro lado, al empuje económico de Minas de Alquife Holding.

Almería lleva reclamando el soterramiento de las vías prácticamente veinte años. Tanto, que se ha convertido en esa promesa política a la que pocos ciudadanos dan ya crédito. Es la única solución posible al problema urbanístico que ha generado el crecimiento de la capital, si quiere seguir manteniendo la estación en el centro. El desarrollo de Almería ha ahogado el espacio del ferrocarril sin dejar sitio para pasos, por ejemplo, a distinto nivel. El soterramiento es la solución por la que lucha la ciudad para borrar ese efecto barrera.

Cuando más cerca parecía la consecución de este proyecto, la caída inmobiliaria lo ha paralizado. El sostén son las plusvalías a obtener del total de los terrenos afectados, donde además de zonas verdes,  se han planificado un millar de viviendas y un centro comercial de 40.000 metros cuadrados. "El soterramiento no se va a hacer, ni aquí ni en Vladivostok", comunicaba el alcalde a los almerienses a mitad de año. Aunque con un erróneo ejemplo (Vladivostok es una ciudad portuaria con una economía basada en el transporte de mercancías y un envidiable sistema de comunicaciones), Luis Rogelio Rodríguez-Comendador advertía de la paralización de las inversiones nacionales hasta al menos 2024.  Pero la cesión de los 19.000 metros cuadrados consigue el objetivo del soterramiento, "coser la ciudad", justo en el espacio más visible por los votantes (entre la estación y Las Almadrabillas) y, por ende, el de mayor rédito político, siendo además la parte del proyecto, la zona verde, la más conmovedora.  ¿Cómo desaprovechar la oportunidad de terminar la legislatura con este reluciente parque dentro de dos años?

Cuando se ultimaban los flecos del convenio y la Gerencia de Urbanismo se había puesto manos a la obra en el proyecto de esta zona de esparcimiento, aparece el alemán. Minas de Alquife Holding presenta su plan para exportar el mineral de hierro que extraerá de la Comarca del Marquesado de Zenete (Granada) por el Puerto almeriense, el trayecto más económico de las alternativas contempladas por la sociedad y con menor coste ambiental. El hierro llegaría al puerto almeriense por tren en 2016. No hay asomo de soterramiento para esa fecha por lo que el transporte sería en superficie, una posibilidad que recibió el rechazo frontal del Ayuntamiento, enfrentando a las provincias más orientales de Andalucía. En su mayoría gobernadas también por el PP.

Con 200 millones de inversión es considerado un proyecto crucial para la reactivación económica. Generaría 350 empleos directos y 1.400 indirectos. A la Autoridad Portuaria almeriense la boca se le hace agua, pero el Ayuntamiento no está dispuesto a que diez trenes, con 23 vagones con una longitud de 340 metros y cargados con 52,6 toneladas del mineral, circulen cada día por mitad de la ciudad, que diría adiós al soterramiento. Ni las tolvas, ni el silo contemplado por Minas de Alquife Holding, ni la presión de sectores sociales, ha logrado variar la postura municipal, que llegó a estallar con la comentada frase del concejal de Urbanismo de "aquí no cabe ni un tonto más". Pidió disculpas, pero el Consistorio ha decidido ya. "No queremos volver al siglo XVIII", por lo que, si el alemán pretende venir a Almería, solo obtendrá la bienvenida municipal si el hierro cruza la ciudad soterrado mediante una conexión con el Puerto que, a día de hoy, todos quieren pero nadie costea. El parque solo viene a rubricar que Almería cierra la entrada a Minas de Alquife sin soterramiento.

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