Huelva

Huelva, operación ‘Cambio Radical’

  • Uno de los proyectos de mayor calado es el paseo marítimo, un balcón a la ría que supondrá un revulsivo para la imagen de Huelva

Inma Gallego

Pese a los estragos de la crisis, 2010 ha sido la incubadora de una Huelva enredada en cruzadas de justicia poética. El devenir de la Historia –primero el colonialismo inglés con el ferrocarril minero y luego, con el Polo de Desarrollo en los sesenta, el cinturón industrial- sacrificaron el diamante en bruto que la naturaleza legó a la ciudad, el espejismo de una capital turística en plena convivencia con la Ría del Odiel y sus marismas. Los últimos movimientos del urbanismo local –desde el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria- enfilan esta operación ‘Cambio Radical’, una transición en marcha para reinventar la fachada turística de esta puerta del Atlántico. Reclamos, en definitiva, para combatir un vacío de atractivos –cuando no, el estigma de la contaminación- que a menudo ha condenado a Huelva a ser un destino invisible.

Uno de los proyectos de mayor calado en este sentido es el paseo marítimo promovido por el Puerto onubense, un balcón de la Ría con un kilómetro de longitud anexo al monumento industrial del Muelle de Riotinto, y que supondrá un revulsivo para la imagen de la ciudad con el diseño de los prestigiosos arquitectos Martínez Lapeña y Torres. Actualmente se está construyendo la plataforma que sirve de base a un bulevar de 8,4 hectáreas, que acogerá una abundante arboleda, pérgolas, mobiliario urbano, kioscos y senderos peatonales. El antiguo cargadero de mineral recuperará la estructura que hace más de 40 años cercenó el tráfico industrial, al unirse el tramo de tierra con el de agua mediante una pasarela que permitirá el tránsito peatonal a lo largo de todo el Muelle de Riotinto. La fecha prevista para la culminación de este proyecto –al que la Autoridad Portuaria de Huelva destina una inversión de 20 millones de euros- es finales de 2012. De momento, las obras de la primera fase mantienen buen ritmo, una vez se reanudaron el pasado mes de junio tras un freno de seis meses.

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) dio vía libre a una actuación que había sido paralizada cautelarmente por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número uno de Huelva, a instancias de la Mesa de la Ría. A juicio de esta asociación, el proyecto atentaba contra la estructura del Muelle de Riotinto, catalogado como BIC por ser un hito de la ingeniería de la Revolución Industrial. Para el colectivo ecologista, las obras del Puerto incumplían, por otra parte, la normativa medioambiental europea, careciendo, además, del preceptivo estudio de impacto ambiental. Argumento que chocó con la sentencia del TSJA, que avalaba la continuidad de las obras, estimando el recurso de apelación del Puerto. En otra perspectiva, el paseo marítimo se concibe como antesala del futuro Ensanche Sur, un macroproyecto que está a punto de entrar en ejecución, después de cinco año de avatares judiciales y políticos. Con esta operación promovida desde el Consistorio y el Grupo Trusam, se incorporarán al casco urbano 120 hectáreas comprendidas entre el Muelle de Riotinto, Marismas del Titán y Las Metas.

El Plan Parcial del Ensanche aglutina la estación del AVE –Adif inició las obras de la infraestructura ferroviaria el pasado verano-, unas 3.400 viviendas, un palacio de congresos y exposiciones, una catedral, un nuevo club de tenis, un puerto deportivo, la Ciudad de la Justicia, un centro comercial, parques y equipamientos docentes y deportivos. Esta estrategia de reconciliación de Huelva con su Ría se completa con el concurso de ideas que en 2010 ha convocado el Puerto –en colaboración con el Colegio de Arquitectos- para transformar el Muelle de Levante Norte (cercano a los Astilleros) en un nuevo espacio abierto al ocio urbano con equipamientos culturales, restaurantes y zonas de esparcimiento, aprovechando un balcón marítimo que hoy ocupan la Lonja y los servicios pesqueros, en naves infrautilizadas.

La Autoridad Portuaria tiene prevista una inversión de 8 millones de euros para una actuación de envergadura que terminaría de ejecutarse en 2015. En este punto de fuga convergen, pues, tres operaciones de calado en el paisaje fluvial del Odiel que viene a redefinir la carta de presentación de Huelva en el paradigma urbanístico mediterráneo, una deuda histórica de la ciudad.

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