Málaga

Luces malagueñas para un año de tinieblas

  • Marbella puso fin teóricamente a la era GIL con la aprobación de su PGOU, un documento muy complejo que legalizaba 16.000 viviendas irregulares

Antonio Méndez Nieto

Director de Málaga hoy

Málaga cerró el año con más de 183.000 desempleados y con la variación interanual negativa más importante de España. Las apenas 2.300 viviendas visadas, una cifra similar a la que se registraba en la década de los años 60, demuestra la profundidad alcanzada por un sector como el de la construcción que ofreció sus años de gloria a esta provincia pero que la ha colocado en un disparadero al explotar su burbuja con la crisis. Pero el drama de cientos de miles de malagueños corroídos por el paro que sólo mitiga la cada vez más floreciente economía sumergida no puede ocultar hitos históricos como el estreno de la nueva terminal del aeropuerto o el pacto Málaga-Sevilla para que sus universidades se compitan de la mano por situarse entre las mejores del mundo.

La nueva terminal del aeropuerto, del arquitecto norteamericano afincado en España Bruce S. Fairbanks, coloca a Málaga y Andalucía a la cabeza de las redes de comunicación de Europa. La infraestructura estrenada en 2010 que se verá complementada con la segunda pista anunciada para 2011 tiene la virtualidad de estar lista con suficiente antelación para atender la potencial demanda que se producirá en cuanto el sector turístico inicie su recuperación tras los efectos de la crisis. Este año sólo la presencia de visitantes nacionales ha salvado la temporada. La capital malagueña, asimismo, se posiciona con naturalidad como la puerta de salida y entrada de Andalucia de la mano de la red de AVES que conectará sus principales ciudades. Esta evidencia junto con el empuje del turismo de cruceros, con más de 600.000 pasajeros en un año, son dos de los éxitos de los últimos doce meses, que no ocultan la sangría de la pérdida de empleos en los tradicionales motores económicos de la provincia: servicios y construcción. Los recortes en la obra pública, tras la caída de los ingresos de los ayuntamientos que confiaron sus inversiones a las contrapartidas por los convenios y otras operaciones urbanísticas y el desplome de la vivienda, con poco más de 2.300 nuevos pisos visados en la provincia, un cifra similar a las registradas en la década de los años 60, hablan a las claras de los problemas de este sector, sin que surjan otras alternativas que recojan su testigo. Una vez más, sólo el Parque Tecnológico de Andalucía parece resistirse al empuje negativo de la situación económica. Pero la noticia de mayor calado llegó como fruto de la alianza entre las universidades de Málaga y Sevilla para diseñar junto con empresas públicas y privadas un proyecto de Campus de Excelencia Internacional Global que apueste por la investigación para a las instituciones académicas andaluzas en el mapa universitario mundial. Un abanico de posibilidades formativas y de exploración de futuros proyectos empresariales que pueden nacer por esta vía y un pacto histórico e insólito hasta ahora del eje Málaga-Sevilla, que solamente había sido capaz de generar recelos y localismos exacerbados.

El llamado anillo ferroviario como pista de pruebas para los trenes de alta velocidad, que desarrollará Adif en la comarca de Antequera, con una inversión de 400 millones, es uno de los símbolos de ese concierto universitario a varias bandas. El acuerdo no se propagó a otros ámbitos de la vida institucional. Un año más el enfrentamiento Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Málaga ha estado presente y perenne. Desde el parque metropolitano que la Autonomía defiende en la zona de Arraijanal, donde el municipio previó una marina deportiva, hasta la posibilidad de compartir usos en el Teatro Romano de Málaga. Al menos, el desbloqueo a final de año del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la capital elimina el principal obstáculo del camino. También Marbella puso final teóricamente a la era GIL con la aprobación de su PGOU, un documento muy complejo que legaliza la mayor parte de las 16.000 viviendas irregulares levantadas en ese periodo para olvidar y que ahora debe encajar jurídicamente. Sobre algunos de estos proyectos hay sentencias judiciales de demolición que el Ayuntamiento quiere desoír para legalizar los pisos con el criterio de la nueva norma urbanística. Mientras en la Audiencia Provincial comenzaba la cuenta atrás para hacer justicia con el entramado de corrupción política y urbanística que devastó la ciudad costasoleña en los estertores del Gilismo y sus últimos herederos con el arranque de la vista oral del llamado caso Malaya.

Con Marbella al fondo llegó a Málaga el jeque qatarí Al-Thani, miembro de la enorme familia real del emirato árabe, que adquirió el Málaga y fue recibido por el presidente Griñán, con el ex presidente José Rodríguez de la Borbolla como intermediario de la cita, para abordar futuros proyectos urbanísticos de su interés, como la ampliación del puerto de la Bajadilla en Marbella. Una ciudad recuperada que ofreció la foto más llamativa del verano, Michelle Obama y su hija Sascha de compras tras decidir volar con el Air Force Two desde la Casa Blanca para pasar unos días de vacaciones con unos amigos en el corazón del litoral malagueño, en el hotel del lujo Villapadierna. Desde la Junta dará el salto al Ayuntamiento María Gámez, la candidata socialista sorpresa para la Alcaldía de la capital. Aunque todos los pronósticos señalan que tendrá muy complicado derrotar en la primera intentona de mayo de 2011 al popular Francisco de la Torre. El PP que gobierna los principales municipios de la costa desde 1995 sin que su hegemonía se vea amenazada. En el ámbito cultural las estrellas sin duda fueron la bailaora Rocío Molina, que a sus 23 años obtuvo el Premio Nacional de Danza en el año en el que el flamenco fue declarado Patrimonio de la Humanidad, o el rey andaluz de los fogones, el malagueño Dani García que logró su segunda estrella Michelín para el restaurante Calima de Marbella, al tiempo que afianzó su estrategia empresarial con la apertura de nuevos restaurantes de tapas con el sello La Moraga. Pero la gran decepción llegó al quedar Málaga descabalgada a las primeras de cambio en la pugna por la Capitalidad Cultural de 2016, después de meses de discrepancias entre los responsables directos del proyecto, incapaces de ponerse de acuerdo en la estrategia y ni siquiera en la defensa del mismo.

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