Javier Cintora

Aplastante victoria del PP y castigo mayúsculo de los electores del PSOE. Bajo esas dos premisas se explican los resultados de las elecciones municipales y de las generales en Málaga. El ejemplo más claro lo puso la capital, donde Francisco de la Torre arrasó para alcanzar los 19 concejales de Celia Villalobos, dos más que en la anterior cita, a costa de los socialistas, que perdieron tres sillones en la Casona del Parque y unos 22.000 sufragios. El descalabro socialista contrastó con el avance de IU, que logró tres escaños. Los datos del 22M dibujaron una fotografía muy similar a la de 1999, año en el que los populares lograron su primera mayoría absoluta. Lejos de desgastarle una década de tarea municipal, De la Torre volvió a concitar el apoyo mayoritario  pese a las presuntas irregularidades de alguno de sus concejales. La otra cara de la moneda fue la de María Gámez, la apuesta de Griñán. Su candidatura sólo fue respaldada por uno de cada cuatro ciudadanos.

El imparable tsunami que cambió el mapa electoral hizo añicos los tradicionales feudos que acunaba el PSOE. El partido presidido por Elías Bendodo logró un triunfo histórico en localidades como Antequera, Mijas, Coín, Vélez-Málaga y Ronda. En este último municipio el PSOE hiló una operación, el fichaje del ex andalucista Antonio Marín Lara, que terminó por levantar a los críticos. Doce años después del mandato de Vázquez Alfarache, el PP recuperaba la Diputación al lograr 18 diputados frente a los 10 del PSOE y los tres de Izquierda Unida. Los populares barrieron en la provincia, de costa a costa, al cosechar 308.115 votos frente a los 184.106 del PSOE. Con los resultados en la mano, la bipolarización política se acentuó en la provincia. El PP consolidó su dominio en el litoral, con mayorías aplastantes en Torremolinos, Fuengirola, Marbella, Estepona o Mijas. Sólo Benalmádena, gracias al pacto con IU y UCB, cayó del lado socialista. En la costa occidental, el batacazo socialista fue idéntico y los populares obtuvieron la mayoría absoluta en las tres plazas más codiciadas, Vélez-Málaga, Rincón de la Victoria y Nerja.

Seis meses después, los resultados se volvían a repetir en las generales. La candidatura encabezada por Celia Villalobos acaparó casi la mitad de los votos en la provincia y logró seis de los 13 escaños en juego por los tres del PSOE y uno de IU, que volvía a tener representación en la Cámara Baja gracias a Alberto Garzón. La lista encabezada por la ex ministra Trinidad Jiménez perdió dos diputados con respecto a los comicios de 2008. Y algo más. Mientras la diferencia entre el PP y el PSOE fue de 15 puntos, en la provincia esa cifra se elevó a los 19. De la Torre también cumplía su "sueño" de ser la voz del municipalismo en el Senado.