Rafael Ruiz

El Ayuntamiento de Córdoba centró en 2012 el trabajo de ajuste de las cuentas públicas para mantener a raya el déficit y continuar el proceso de minoración de su deuda que supera ampliamente los 300 millones de euros. El equipo de gobierno del alcalde José Antonio Nieto ha desarrollado el plan de ajuste aprobado por el Pleno, sobre todo, podando los gastos de los organismos autónomos municipales, donde se han producido una treintena de despidos, particularmente en el Instituto de Deportes y en el de Desarrollo Económico, que desaparecerá. Los ajustes en las empresas públicas (Emacsa, Sadeco y Aucorsa, principalmente) se han realizado con reducciones de salarios entre las plantillas en función de la realidad económica así como en la Gerencia de Urbanismo, donde se produjo una dura negociación con los sindicatos de la ciudad. Fruto de ese plan de ajuste, se programó (aunque no se ha desarrollado) la semiprivatización de la empresa de cementerios, Cecosam, y se avanzó en el cierre de la escuela municipal infantil.

En marzo, el alcalde dio la campanada cuando decidió enterrar el proyecto del arquitecto Rem Koolhaas para un ultramoderno centro de congresos en Miraflores y apostó por una medida de menor presupuesto pero que implicará la necesaria movilización de unos 40 millones de euros. Los primeros bocetos se le han encargado al arquitecto cordobés Rafael de La-Hoz quien ha diseñado un proyecto mixto entre centro de actividades congresuales y recinto ferial. Su proyecto pasa por la creación de un centro de convenciones en el antiguo pabellón sociocultural Miguel Castillejo del Parque Joyero para el que se está reuniendo la financiación con el propósito de que las obras comiencen este 2013. Esta medida, y otras muchas, han llevado a una suerte de enfrentamiento permanente con la Junta de Andalucía, con la que las relaciones son nulas. La Consejería de Turismo optó, a propuesta de la patronal CECO (con quien el PP está enfrentada), por presentar un proyecto para la remodelación del palacio de congresos de la calle Torrijos.

Nieto intentó insuflar un nuevo aire a la gestión de su gobierno cubierta la primera etapa, la de aterrizaje. El debate sobre el estado de la ciudad sirvió para la puesta de largo de su plan Córdoba 10, una iniciativa que tematiza la acción de gobierno y pretende, de forma coordinada, impulsar la creación de empleo, la mejora de los servicios públicos y de determinadas iniciativas como la seguridad y la vivienda. El PP alteró su gobierno de cara a las elecciones autonómicas en un clima donde la paz interna no se ha modificado pese a los resultados electorales. Nieto apoyó a Juan Ignacio Zoido como nuevo presidente andaluz del PP tras la dimisión irrevocable de Javier Arenas.

Los socialistas, que tuvieron su primera buena noticia electoral en años, tuvieron un fuerte enfrentamiento interno que se dilucidó con la victoria del sector más cercano a Griñán, el del secretario provincial Juan Pablo Durán que le ganó el congreso de forma amplia a su contrincante crítico, Joaquín Dobladez. En febrero, Izquierda Unida tuvo su particular crisis interna. Francisco Martínez dimitió a escasos meses de las elecciones autonómicas acusando a la dirección andaluza de modificar el resultado de las bases en el proceso interno de elaboración de listas. Pedro García se hizo cargo de la coordinación. Elena Cortés asumió la cartera de Fomento y Vivienda en el Gobierno andaluz producto del pacto de gobierno entre IU y PSOE.