Provincias

Vuelco Consumado

F. sánchez Zambrano

Lo vaticinaban todas las encuestas y en esta ocasión no fallaron. Porque 2011 trajo consigo en la provincia de Cádiz un vuelco político jamás conocido hasta entonces. Tras muchas décadas controlando sin demasiados sobresaltos su fortín gaditano, los socialistas vieron cómo un tren llamado PP les pasaba por encima tanto en las elecciones municipales de mayo como en las generales de noviembre. Tanto fue así que los populares alcanzaron unas cuotas de poder nunca alcanzadas hasta la fecha con 18 alcaldías, ocho representantes en las Cortes Generales y, lo más importante quizás, un presidente de la Diputación por vez primera en los últimos 32 años.

Por eso, la imagen política de 2011 en la provincia gaditana se producía el 12 de julio en el salón regio de la Diputación. Allí, el hasta entonces presidente y secretario general del PSOE de Cádiz, Francisco González Cabaña, cedía el bastón de mando a su relevo en esta institución y también presidente provincial del PP, José Loaiza. Todo ello simbolizaba un vuelco político sin precedentes que deparó no sólo una mayoría absoluta de los populares en la Diputación sino también que esta fuerza política se hiciera con la alcaldía en las seis ciudades más habitadas de la provincia, es decir, Cádiz, Jerez, Algeciras, San Fernando, El Puerto y Chiclana. El PSOE se quedaba con Sanlúcar y La Línea como sus principales estandartes. A destacar también que en la capital gaditana Teófila Martínez ganaba de nuevo de calle sus quintas elecciones municipales consecutivas y que la ya ex regidora de Jerez, Pilar Sánchez, hacía un ridículo histórico al perder de una tacada 10 de los 15 concejales que consiguió en 2007.

La diferencia de 11 puntos con la que aventajó el PP al PSOE en las municipales de mayo se agrandó aún más, hasta el 14%, en las generales de noviembre. En esos comicios el PP lograba cinco diputados (nunca lo había conseguido hasta entonces) y tres senadores, teniendo que conformarse el PSOE con los tres diputados y el senador restantes.

Los dos comicios del pasado año sirvieron además para ahondar más en la fuerte crisis interna de un Partido Socialista donde su secretario general, Francisco González Cabaña, mantuvo su hegemonía y su particular batalla contra la dirección regional del partido pese a la presión y los desplantes de sus críticos en la provincia y de las personas de confianza de Griñán.   

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