Sebastián Sánchez

Día 5 de marzo de 2010. Su majestad el Rey de España, acompañado por numerosas autoridades políticas de ámbito nacional, como el ministro de Fomento, José Blanco, inaugura la nueva terminal del aeropuerto de la capital de la Costa del Sol, infraestructura con la que el cuarto aeródromo del país da un salto definitivo hacia su modernización. La construcción, en la que se han invertido 410 millones de euros, permite desde hace meses a Málaga ser más que nunca la principal puerta de acceso del sur de Europa, con unas instalaciones que tienen capacidad para acoger 30 millones de viajeros cada año, lo que supone tres veces más que a finales de 2009. Los números que rodean esta espectacular obra hablan por sí solos de su envergadura y trascendencia. La T3 supone triplicar la superficie actual del aeropuerto, hasta alcanzar los 385.000 metros cuadrados; se duplica el número de mostradores de facturación, que han pasado de 94 a 180; y se han creado 20 nuevas puertas de embarque hasta sumar 48. A todo ello se suma el incremento sustancial de plazas de aparcamiento en las instalaciones aeroportuarias, que se triplican hasta cifrarse en 3.700 plazas. El objetivo de toda esta actuación no es otro que poder atender, cuando esté en funcionamiento la segunda pista, a 9.000 pasajeros a la hora, el doble que antes de la apertura del edificio. Uno de los principales atractivos de la construcción, diseñada por el arquitecto Bruce S. Fairbanks, reside en la enorme amplitud de los espacios destinados a los usuarios, así como su gran fachada acristalada, que garantiza la luminosidad de unas instalaciones en las que se reservan unos 10.000 metros cuadrados para uso comercial. Pero la T3, como es denominada esta megaintervención, es solo uno de los eslabones principales del ambicioso plan puesto en marcha hace varios años por la Administración central para potenciar las capacidades del aeropuerto malagueño y que asume una inversión que ronda los 1.800 millones de euros. Si la terminal es el pasado más reciente del aeródromo, el futuro más próximo reside en la terminación de la segunda pista, lo que se prevé para finales del presente ejercicio. Esta actuación permitirá duplicar el número actual de vuelos a la hora, hasta alcanzar los 60. En el marco de este proyecto global de ampliación se incluye la reciente construcción de una nueva estación soterrada para los trenes de Cercanías, a la que en un futuro podrá llegar el tren de alta velocidad. El protagonismo de Málaga en materia de infraestructuras a lo largo de 2010 no recae exclusivamente en la nueva terminal del aeropuerto. A lo largo de los doce meses ya transcurridos son otras las piezas que se han ido colocando en el tablero de la provincia, con especial mención a la puesta en servicio de los dos primeros tramos de la segunda ronda de circunvalación, que ya se notan de manera destacada en un alivio en la circulación de los accesos a la capital de la Costa del Sol. A lo largo de este año, según el compromiso asumido por Blanco, deberán estar finalizados los dos tramos restantes de la nueva autovía, así como la autopista de peaje de Las Pedrizas.