Córdoba

Los precios marcan un año agrícola calamitoso

  • Los bajos precios echaron por tierra las esperanzas de los olivareros de la provincia.

Juan Ruz

Para olvidar. Así califican la mayoría de subsectores de la agricultura en la provincia de Córdoba el año 2012 que acaba de terminar. En casi todos ellos la problemática es muy similar: bajos precios, por debajo incluso de los costes de producción, lo que hace inviable cualquier actividad en el campo. La única excepción, el ajo, un cultivo que a nivel andaluz centra su producción en la Campiña Sur de Córdoba y que se ha salvado de la quema, con un mercado muy activo y con una demanda importante a nivel europeo (el 80% de la cosecha se exporta).

 Aunque es pronto para sacar conclusiones, parece que la unión entre los ajeros de los principales países europeos (España, Francia e Italia) comienza a dar sus frutos y han concienciado a la Unión Europea para que establezca mecanismos de control de entrada de ajo chino, el viejo enemigo de los agricultores cordobeses.

La Mesa Europea del Ajo se reunió el pasado mes de noviembre en Córdoba, un encuentro en el que se avanzó en la consecución de una marca de calidad a nivel continental y donde se hizo un llamamiento al consumidor para que opte por la calidad.

En el lado opuesto se ha situado en este 2012 el olivar, verdadero motor económico de la agricultura cordobesa. Pese a una producción récord de 320.000 toneladas de aceite de oliva, los bajos precios echaron por tierra las esperanzas de los productores de la provincia. Durante la mayor parte del ejercicio 2012, los escasos movimientos en el mercado llevaron a una situación de alerta, en el que apenas se pagó 1,74 euros por kilo de zumo de oliva virgen extra durante muchas semanas. Las peticiones de activación de almacenamiento privado, que llegó tarde, apenas tuvo efecto y sólo las malas previsiones de la cosecha 2012-2013 desembocaron en subidas en la parte final del año. No obstante, los productores insisten en que esas oscilaciones son perjudiciales.

Las esperanzas de muchos olivareros pasaban por lo que dijera el Comisario Europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, quien en una visita a Córdoba en el mes de abril anunció que el aceite de oliva tendría un plan de promoción específico y que España no perdería fondos con la nueva Política Agraria Común (PAC). Aún se está a la espera de que esos buenos augurios se hagan realidad.

No mucho mejor están las cosas en el sector citrícola, centrado principalmente en la Vega del Guadalquivir. La naranja se ha ido convirtiendo poco a poco en un cultivo social por excelencia, que genera miles de jornales en la provincia de Córdoba, tanto en los tajos como en los almacenes. No obstante, la convulsa conflictividad laboral y unos precios irrisorios hicieron saltar todas las alarmas a lo largo de 2012. De hecho, los productores llegaron a repartir hasta 7.500 kilogramos de naranja en la capital para alertar de que el agricultor apenas recibe seis céntimos por un kilo de fruta, que se vende después a más de 1,70 euros.

En la ganadería, la difícil situación de los productores de leche, concentrados en la comarca de Los Pedroches, refleja las dificultades que se han ido encontrando los vaqueros en los últimos años, con subidas desmesuradas de los costes de producción (piensos y combustible, fundamentalmente) y el estancamiento o incluso descenso en el precio de la leche. A finales de 2012 dijeron basta y han iniciado una serie de movilizaciones para reclamar una solución, ya que las medidas articuladas tanto por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y la Junta de Andalucía apenas han tenido incidencia.

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