Un equipo en involución, con muchos defectos en la confección de la plantilla y con poquísima mano de entrenador, eso es este Betis actual en el campo. Nueve jornadas, y el equipo de Rubi volvió a ofrecer otra muy mala imagen: endeblez defensiva, mal colocado, desequilibrado, con falta de intensidad en muchos momentos, con poca llegada (11 córners sacó la Real por dos el Betis en todo el encuentro)...
El Betis jugó de nuevo con dos puntas, con un 4-3-3 cuando tenía el balón y cuando defendía se convertía en ocasiones en un 4-1-4-1, con Borja Iglesias en punta y Loren cayendo a una banda izquierda en la que Zaldua fue un puñal donostiarra casi todo el partido, pero el problema apareció de nuevo en el centro del campo. Un agujero. Sólo un centrocampista en su sitio natural, Javi García, apoyado por Canales y Fekir, y enfrente una Real con Mikel Merino, Guevara y Odegaard, más la ayuda de Oyarzabal, que acabó ganando la batalla en esa zona, como era de esperar, echando en falta el Betis otro medio centro más, dado que arriba la aportación de Borja Iglesias fue muy escasa. Pese a la tardanza en los cambios, el cuadro verdiblanco intentó reaccionar en un choque que acabó partido, en un ida y vuelta, con ocasiones para ambos contendientes, pero en el que el marcador ya no se movió más. Lo intentó el Betis y replicaba la Real. Así, hasta el pitido final.
Defensa
La falta de contundencia en el centro del campo la acabó, otra vez, pagando una defensa que tampoco transmite seguridad. La Real creó mucho peligro con Zaldua y Nacho Monreal, Odegaard, en la frontal del área picaba pelotas con total libertad sobre la zaga bética, Willian José no faltó a su cita con el gol, Portu fue un peligro con su velocidad...
Ataque
Siguió insistiendo Rubi en jugar con dos puntas y eso, viendo el momento actual de Borja, lo acaba pagando el Betis. Sobre todo en el centro del campo.
Virtudes
Con 3-1 no bajó los brazos.
Talón de Aquiles
Imagen muy triste.
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