Análisis

Betis, un 'déjà vu' en Heliópolis

  • El Betis sigue instalado en un bucle de mediocridad a la espera de un crecimiento deportivo que no llega

  • Hechos, discursos y situaciones actuales rememoran a un pasado no muy lejano

Ángel Haro y José Miguel López Catalán, antes de una rueda de prensa.

Ángel Haro y José Miguel López Catalán, antes de una rueda de prensa. / Antonio Pizarro (Sevilla)

El Betis sigue instalado en un bucle que parece no tener fin, sin salida. Un infinito déjà vu en Heliópolis que tiene como protagonista a un cuadro verdiblanco que sigue navegando en la mediocridad, como bien indican los números: la eliminación en la Copa, una victoria en los últimos nueve partidos y un triunfo como visitante en lo que va de campaña reflejan la irregularidad del proyecto actual de ABA, que de momento, a la espera de ver qué ocurre en lo que resta de temporada, no da síntomas de crecimiento, sino de una vuelta al pasado.

Y así lo dice el siguiente dato: el choque ante el Mallorca fue el partido 200 del Betis desde que Ángel Haro y José Miguel López Catalán ganaron la Junta del 23 de septiembre de 2015, con un balance global de 70 victorias, 52 empates y 78 derrotas. En Liga es de 173 partidos (59 victorias, 42 empates y 72 derrotas), con el decimotercer puesto actual (datos de @BetisStats) para estar mirando más cerca al descenso que a los puestos europeos. Y todo ello provoca una realidad verdiblanca cargada de desazón y mucho hastío.

Rubi

El Betis se encuentra en una involución en su juego, y como prueba, otra vez, los fallos en defensa (balón parado, errores groseros individuales...). El desequilibrio defensa-ataque es evidente, y si arriba los verdiblancos generan peligro, atrás no terminan de cerrar la sangría de goles (40 tantos en contra, sólo superados por Espanyol 44 y Mallorca 42). Y otro dato que refleja este déjà vu que se vive en Heliópolis es el siguiente: Rubi tiene el mismo número de victorias que Víctor Sánchez del Amo cuando fue destituido, con 7 partidos ganados de 25 disputados (@LaLigaenDirecto).

El Villamarín no ha pedido la marcha del técnico y lo ve como otra víctima de la deriva del proyecto ABA

Sin embargo, en ningún momento, Rubi ha escuchado al Benito Villamarín pedir su destitución, lo que refleja que una gran parte del público heliopolitano entiende que el foco del problema no radica en el banquillo y ve al técnico de Vilasar de Mar como una víctima más del proyecto de ABA.

Crecimiento invisible

"Crecimiento deportivo: El Real Betis debe, de una vez por todas, consolidarse en la élite del fútbol nacional. El club no puede volver nunca a Segunda División y tiene la obligación de situarse a corto plazo entre los siete mejores equipos de España. Para ello reforzaremos el área deportiva y conseguiremos los recursos económicos necesarios para invertir en la confección de una plantilla deportiva de primer nivel, formada por fichajes de calidad y promocionando a los mejores futbolistas formados en nuestra cantera". Éste es el punto 2 del decálogo de ABA y de momento el crecimiento deportivo no termina de llegar, salvo el punto de inflexión que supuso la llegada de Lorenzo Serra Ferrer.

La gestión deportiva de verano e invierno ofrece muchos lunares y los resultados no son buenos

Con doscientos millones de presupuesto y casi cien de inversión en fichajes, el Betis actual es decimotercero en la tabla, fruto de una planificación comandada por José Miguel López Catalán que de momento sigue sin dar los resultados deseados. Y todo, sin obviar en el análisis la ausencia de un referente que maneje esas otras situaciones de puertas hacia dentro en el día con el vestuario y el entrenador, y que tan importantes son en una temporada. Esa figura de hombre de fútbol que sepa manejar situaciones de crisis, que apriete a los protagonistas, imponga respeto, inyecte ADN ganador, represente siempre a su club en cada partido, se desviva por cómo hacer su club deportivamente más grande...

Conocimiento necesario que va más allá de decantarse por la elección de firmar a uno u otro jugador y que también es clave para el crecimiento de una entidad, donde la exigencia es fundamental, como recoge el punto 3 del decálogo de ABA: "Un Betis bien dirigido, exigente y profesional: Es fundamental contar con un equipo de dirección exigente y profesional que tome las decisiones correctas para cumplir estos objetivos. Para ello confiamos en la estructura actual de dirección general, deportiva y técnica. En el plano de gestión, se definirá claramente el organigrama y las funciones de cada uno de los miembros del club".

Fractura social

"Un Betis unido: El Real Betis Balompié debe poner punto y final a una ya larga etapa de división y diferencias internas. Para ello, formaremos un Consejo de Administración que sea capaz de dar cabida a todas las sensibilidades del beticismo y que comparta nuestra visión de futuro, un Betis de consenso y diálogo que permita progresar en la dirección adecuada". Éste era el punto uno del decálogo de ABA, y como se pudo comprobar en el partido ante el Mallorca, la fractura social y división entre los aficionados béticos es evidente. Así se comprobó cuando la grada de animación de Gol Sur, al empezar a gritar "directiva dimisión" y a corear el nombre de "Lorenzo Serra Ferrer" en señal de protesta por la situación del Betis, recibió pitos de un sector del estadio, lo que provocó una situación con tintes surrealistas.

Un sector del público pitó a los que gritaban "directiva dimisión" y "Lorenzo Serra Ferrer" ante el Mallorca

Mientras un sector importante muestra su desencanto con la gestión de ABA tras casi cinco años de mandato, otro sector defiende la gestión de los actuales dirigentes, con argumentos que recuerdan a lo vivido antaño: "no hay alternativa mejor", "los dirigentes no marcan goles o fallan"... Un déjà vu en este Betis actual que rememora por esos detalles al de los estertores del Loperismo, al repetirse situaciones como la vivida en la tercera salida de Lorenzo Serra Ferrer (egos), el discurso de la persecución arbitral, las críticas en las juntas que reciben los accionistas disconformes con la gestión deportiva, en cómo se vota sí a todo en los puntos del orden del día tras ese reparto de poder accionarial, en cómo vuelve a aparecer la confrontación por pensar diferente en cuanto a la gestión del club...

Lograr victorias, ganar mucho, es el camino para la unión, ésa que apareció un 15 de junio de 2009 para exigir un Betis Libre en una nueva etapa. Sin embargo, por ahora, la situación actual provoca un déjà vu en Heliópolis.

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