El Betis obtuvo en el Estadio de la Cerámica un justo triunfo ante el Villarreal en un partido en el que el conjunto de Manuel Pellegrini estuvo a nivel táctico mucho mejor que el de Unai Emery, que sólo reaccionó cuando el VAR lo metió en el partido.
Los pupilos del chileno salieron convencidos desde el inicio de lograr la victoria y asestaron dos golpes psicológicos a su rival en dos momentos clave, el final de la primera parte y el inicio de la segunda, con una superioridad muy clara que sirvió para constatar diversos puntos del análisis del actual momento que viven los de Heliópolis, metidos de lleno en la lucha por la quinta plaza.
El primero pasa por la confirmación del cambio de mentalidad sufrido en el equipo verdiblanco. Los futbolistas del Betis vienen mostrando, sobre todo desde el último derbi en el Benito Villamarín, un nivel alto de competitividad, de carácter, y eso es fruto del trabajo de Pellegrini. El Ingeniero ha logrado algo fundamental en el fútbol, que sus jugadores crean en él, en su mensaje, y eso se refleja luego en la hierba.
Como ejemplo, un simple detalle que captaron las cámaras en Villarreal: la atención de William Carvalho a la hora de entender las explicaciones que recibía de Fernando, miembro del cuerpo técnico de Pellegrini, antes de saltar al campo en la segunda mitad. Aunque hay más ejemplos, como la respuesta de Aitor Ruibal, Lainez y Miranda a la confianza del técnico, o cómo de enchufados salen los futbolistas del banquillo, como se vio en Anoeta ante la Real Sociedad.
Una gestión de grupo de Pellegrini de alto nivel que le ha servido al técnico bético para inculcar ese gen competitivo que tanto tiempo llevaba solicitando el aficionado bético. Esto conduce a la vez al segundo punto a destacar en el análisis, en referencia a cómo está exprimiendo al máximo Pellegrini los recursos que tiene a su disposición en un equipo mentalmente fuerte que con el triunfo en Villarreal se levantó de los golpes sufridos ante el Athletic, en la Copa, y el Barcelona.
El chileno, tras 23 jornadas, tiene al Betis séptimo en la tabla (33 puntos), a tres del Villarreal más el goal average ganado a los de Emery, y a cinco de la Real Sociedad (38) (goal average perdido en este caso por los heliopolitanos), quien ocupa la plaza de Liga Europa, competición de mucho más valor que la recién creada Conference League (Liga Europa 2 iba a ser su nombre originario). Y es que el con el triunfo en Villarreal son ya 10 los conseguidos por el Betis en lo que va de Liga, los mismos que obtuvo en toda la pasada campaña al completo, sumando ahora cinco puntos más que el curso anterior a estas alturas de la competición, cuando era decimotercero con 28.
Y sin obviar, para dar paso al tercer punto del análisis, la flojísima planificación de Antonio Cordón en la presente temporada, no sólo la de verano sino la realizada en invierno, más allá de la excusa del dinero por la crisis del Covid, con un equipo al que el fútbol lo ha castigado en la zona más débil, el eje de la defensa, como ante el Athletic y el Barcelona como ejemplos más cercanos, sin obviar la cantidad de goles recibidos (38), lo que eleva el mérito del chileno, que a pesar de todo tiene a los suyos metidos de lleno en la lucha por la Liga Europa.
Ahora, el Betis, dentro del cuarto y último punto del análisis, deberá mantener hasta el final de temporada la senda actual para estar en Europa. Así lo expresó Pellegrini, que también tiene que enmendar lunares en cuanto a la tardanza en los cambios y ciertas lecturas de partido que realiza, en la rueda de prensa posterior al duelo en Villarreal. "Estamos en el camino correcto", dijo el chileno, que marca la senda bética.
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