Además de los tres puntos que acercarían al Betis a su objetivo europeo, Quique Setién también tiene otro reto ante el Barcelona: igualar su batalla particular contra Ernesto Valverde. El ahora técnico azulgrana se ha impuesto en tres de los siete enfrentamientos entre ambos, mientras que el bético acumula dos triunfos, el último de ellos el de la primera vuelta en el Camp Nou.

Los dos primeros duelos entre ambos se remontan a la temporada 2015-16, cuando Setién dirigía a la Unión Deportiva Las Palmas y Valverde al Athletic, y ambos encuentros acabaron en sendas igualadas, 2-2 en San Mamés y 0-0 en Gran Canaria, las únicas que se han registrado hasta el momento.

A la campaña siguiente, con ambos técnicos dirigiendo a los mismos equipos, cada uno ganó el partido en el que actuó como local. Las Palmas se impuso por 3-1 en la isla, mientras que el Athletic le devolvió la moneda en la vuelta con un 5-1.

Los otros tres enfrentamientos ya fueron con Setién en el Betis y Valverde en el Barcelona. En los dos de la pasada temporada, el azulgrana salió victorioso, 2-0 en el Camp Nou y 0-5 en el Benito Villamarín; en el de la actual, Setién asaltó el estadio barcelonista con aquel espectacular y recordado 3-4.

Pero no sólo la estadística acerca las figuras de Setién y Valverde. Ambos entrenadores han manifestado su afición por el ajedrez, cuya estrategia trasladan al juego de posición de sus equipos. El bético incluso se midió hace unos meses con el gran maestro ruso Anatoli Karpov, mientras que Valverde reclutó a Leontxo García, reconocido periodista especializado en ajedrez, para que aleccionara a los técnicos del Athletic durante su etapa en el conjunto bilbaíno.

Pero también Setién y Valverde mantienen una especial vinculación con Johan Cruyff, ese maestro del fútbol cuya influencia cambió la historia del Barcelona. El técnico cántabro ha expresado en más de una ocasión su admiración por el modelo del holandés, que incluso cambió su visión del fútbol; el extremeño perteneció durante dos años, desde 1988 a 1990, a ese incipiente Dream Team que dirigió Cruyff, que más tarde incluso alabaría su concepción del fútbol cuando Valverde dirigía al Espanyol.