El Betis de Manuel Pellegrini arriesgó en una oportunidad de oro para dar un golpe en el grupo. Confió en los duelos individuales y eso ante un rival de la Bundesliga, con jugadores explosivos como los que tiene el Bayer Leverkusen puede llegar a ser mucho riesgo. Primero se desprotegió por fuera y cuando en la primera mitad los alemanes avisaron con cuatro carreras cerca de los córners, el chileno hizo un movimiento para cerrar ese grifo, pero desnudó a su equipo por dentro pese a que todos los cambios fueron hombre por hombre, dejando un hueco inmenso entre los dos pivotes que el rival aprovechó no sin dar tres o cuatro avisos.
En ataque, hizo cosas interesantes más en la primera mitad que en la segunda, que fue cuando consiguió marcar, pero en líneas generales no tuvo el empaque para poner en apuros a un buen equipo, un oponente con buenos futbolistas, pero también ingenuo por momentos y excesivamente joven.
Defensa
El sistema defensivo comenzó a sufrir muy pronto en los pasillos exteriores. Con Joaquín desinhibido en defensa, los marrones empezó comiéndoselos Montoya y después le pasó a Miranda. Ambos sufrían el uno contra uno y eran superados por Diaby y Frimpong, el primero hacia dentro con el pase a su espalda y el segundo por fuera en paralelo. Los dos tenían contrincantes muy veloces y ganadores en estos duelos en los que no tenían ayudas ni de los extremos (Joaquín y Ruibal) ni de los medios centro.
Lo vio claro y lo corrigió Pellegrini en el descanso con Lainez y Álex Moreno en el campo y algún ajuste en las ayudas que logró cerrar la sangría, pero se abrió una brecha importante por el centro, donde comenzaron a aparecer los extremos alemanes creando superioridades y recibiendo con espacio y tiempo para pensar.
Los centrales no sabían si salir o quedarse y el Leverkusen fue horadando cada vez más el sistema defensivo verdiblanco, insuficiente en número con el esquema de dos delanteros, ya fuera Fekir o Canales el acompañante de Borja Iglesias. Por ahí llegó el gol, en un balón a la espalda de Álex Moreno que obligó a replegar a Carvalho (Juanmi no cerró su ausencia) para que el rebote cayera precisamente en su zona.
Ataque
Al Betis le costó generar espacios. Ni en elaboración, ni en ataques directos ni en transiciones logró aprovechar del todo bien lo que parecía una defensa atacable. Y eso que amagó en el intervalo entre lateral y central diestros. Por ahí se metieron un par de veces Fekir y Ruibal y conectó algún pase Carvalho, pero todo fue antes del descanso.
En la segunda parte fue todo más académico. No se produjeron ventajas dinámicas (de cambios de espacio) y sólo el uno contra uno de Lainez imprimía algo de chispa, pero eran sólo eso, duelos y más duelos.
Virtudes
El Betis puso corazón en algunas fases, pero se paró poco a pensar y analizar el partido.
Talón de Aquiles
En Europa, y en el fútbol de élite, jugar con dos futbolistas por delante del balón si no son muy físicos puede ser muy peligroso.
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