El Betis Deportivo ha dado en la tarde de este domingo otro paso de gigante hacia la Segunda RFEF, después de caer derrotado ante el Nàstic de Tarragona dando una imagen bastante pobre a lo largo de los noventa minutos.

Sólo en el primer tiempo, el filial intentó algunas cosas en ataque, pero con muy poca mordiente y sufriendo en defensa ante un rival que llegaba con muchos nervios fruto de la tensión de luchar por no caer a la zona de descenso cuando el objetivo al inicio del campeonato era pelear por ascender. Así, con poco peligro en ambas porterías se llegó al descanso, cambiando todo el panorama en el segundo acto.

La entrada en el Nàstic de Javi Bonilla despertó a su equipo del letargo y a los veinte minutos de ese segundo periodo hizo el 0-1 aprovechando una buena acción de su compañero Robert Simón para rematar a gol su centro. En nada quedó la estirada del meta bético Dani Rebollo. El gol dejó muy tocado al filial, que a renglón seguido encajó el segundo por medio de Quintanilla. 

Los verdiblancos intentaron tirar de orgullo en alguna acción voluntariosa de Yassin Fekir, pero sin peligro real nunca y mostrando una fragilidad defensiva muy preocupante para ser un equipo que busca reaccionar para salir de abajo.

Ya en el tiempo de prolongación, una nueva desconexión defensiva la aprovechó Robert Simón para poner el 0-3 en el marcador. Duro mazazo, de nuevo, para un Betis Deportivo que sigue tirando por tierra todo lo logrado en campañas anteriores hasta llegar a Primera RFEF.