Betis-Olympiacos | Europa League

Un grande de Grecia que ahora está en reconstrucción

  • Olympiacos quiere paliar en Europa su pobre inicio en la Superliga

Pedro Martins, entre Nahuel y Guerrero, ayer en el Villamarín.

Pedro Martins, entre Nahuel y Guerrero, ayer en el Villamarín. / Raúl Caro / Efe

Tras siete torneos ligueros consecutivos, desde 2011 a 2017, el AEK rompió el pasado año la hegemonía de Olympiacos en Grecia, lo que significó el inicio de un proceso de reconstrucción en el club de El Pireo, que poco a poco va enderezando su pobre inicio en la Superliga griega. Su victoria del pasado domingo en el tiempo de prolongación ante Atromitos, el segundo clasificado, elevó la moral del equipo que dirige el portugués Pedro Martins, que se mide hoy al Betis en el Benito Villamarín dispuesto a que la Liga Europa endulce su temporada.

Aunque el entrenador portugués mantiene el esquema de juego que ya emplease en la primera jornada ante el Betis, sí se apuntan cambios en el once. Jugadores como el exverdiblanco Nahuel o el exdeportivista Guilherme, que recalaron en Olympiacos al final del mercado estival, se han asentado ya en los planes de Martins, por lo que ambos apuntan a salir de la partida en Heliópolis. Quiere el preparador luso aprovechar esa experiencia en la Liga de algunos de sus jugadores para afrontar un duelo que se prevé caliente, ante la necesidad que presenta el cuadro de griego de obtener un resultado positivo para no decir adiós a la competición.

Habituado en años anteriores a disputar la Liga de Campeones, para Olympiacos sería un varapalo enorme quedar eliminado a las primeras de cambio en la segunda competición europea, aunque sus aspiraciones pasan por ganar en el Villamarín o al menos lograr un empate que le permita llegar con vida a la última jornada, cuando reciben en Atenas al Milan.

Si ya en septiembre, Martins no tuvo reparos en ofrecerle la posesión al cuadro bético, no parece que esta noche se plantee una cuestión diferente. Eso sí, la escasa calidad de su línea defensiva, con dos centrales de gran talla pero con escasa velocidad, es uno de sus puntos débiles. La velocidad de Podence, la calidad e inventiva de Fortounis o el empuje de Camara serán sus armas para tratar de sorprender a los verdiblancos y evitar así una prematura eliminación europea.

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