El Betis comenzó ayer a preparar el encuentro de Copa del próximo jueves ante el Racing de Santander, una cita que será especial para Quique Setién y Sergio Canales, que vuelven a su casa. Y allí les espera a ambos y al resto del cuadro verdiblanco un conjunto cántabro que llega al choque con una ilusión máxima, después del sensacional momento que vive en liga, donde es líder del Grupo II de Segunda B (goleó 5-0 al Calahorra en la última jornada). Además, El Sardinero registrará un lleno absoluto, como se pudo comprobar ayer con las largas colas que hubo para sacar una entrada para el choque, por lo que habrá un gran ambiente en la noche santanderina.

A esto se refirió ayer, como aviso, el meta bético Joel Robles, en una entrevista ofrecida en los medios oficiales: "Somos conscientes de que no nos van a poner las cosas fáciles. Jugamos fuera y ellos posiblemente llenen el estadio, haya un gran ambiente y tendrán la oportunidad para mostrarse. Esa es la realidad. Todo lo que sea relajarse y pensar que le vamos a meter cinco ahí va a ser cuando nos estrellemos".

Además, Joel mostró su ambición de cara a una competición que ve como una buena ocasión para tocar plata: "La Copa es un título muy bonito. Es una gran oportunidad para hacer a los equipos crecer. En ese momento puedes dar oportunidades a otros jugadores y la plantilla crece, y luego es un título. Ganar una Copa del Rey es algo muy bonito. Yo vengo de Inglaterra, donde a la Copa se le da mucha importancia".

En cuanto a las visitas del Betis al estadio El Sardinero, los verdiblancos vencieron en cinco de las diez últimas visitas para medirse al Racing, con el que jamás se enfrentó en la competición copera. El último partido del cuadro heliopolitano en Santander, en Segunda División, fue hace casi cinco años y se saldó con un 2-4 favorable a los béticos, que remontaron el gol que se hizo en propia meta Jordi Figueras –hoy jugador del Racing– con un doblete de Rubén Castro y goles de Bruno y Jorge Molina. La última derrota bética en el feudo cántabro data de la temporada 2011-12, cuando se inclinó por la mínima a causa de un gol de penalti marcado por Stuani.