Última fase de concentración de la pretemporada del Betis y Manuel Pellegrini, junto a todo su cuerpo técnico, se llevó ayer a Marbella a los 28 futbolistas que tiene disponibles en estos momentos en la primera plantilla verdiblanca, incluido un Camarasa que aún está en fase de recuperación y Montoya que se desplazó con muletas.

Todos los futbolistas que conforman el Betis 22-23 a la espera de que se produzcan movimientos en la plantilla se subían en el autobús en la ciudad deportiva Luis del Sol en torno a las diez de la mañana con destino a la ciudad costasoleña. Allí se alojan en el hotel Barceló Marbella para realizar los correspondientes entrenamientos en un recinto ya habitual en las pretemporadas béticas, el campo de fútbol del Westin La Quinta, donde el equipo ya se ha ejercitado en anteriores ocasiones.

Esta fase de la pretemporada se prolongará hasta el viernes, ya que el sábado por la mañana se producirá el retorno para efectuar una activación ya en Sevilla y esperar al partido amistoso de presentación que está fijado para las 21:00 en el Benito Villamarín con la Fiorentina, el ex equipo del argentino Pezzella y de Joaquín, como adversario.

Las sesiones preparatorias ordenadas por Manuel Pellegrini se completarán también este miércoles con una cita frente al Zaragoza (19:00) a disputar en el estadio Ciudad de Málaga. Los maños, entrenados esta temporada por Juan Carlos Carcedo, otrora ayudante de Unai Emery en el Sevilla, llegan después de haber caído este lunes en otro bolo contra el Al Nasr Riyadh saudí por 1-2, mientras que el día anterior se impusieron al Al Shabab también saudí por 3-1 durante su concentración en la Costa del Sol.

Uno de los objetivos, lógicamente, es sumar la primera victoria de esta pretemporada. Hasta ahora los resultados no han sido los esperados por Pellegrini y sus ayudantes, aunque no se puede obviar que ésta es una fase de trabajo y que es mucho mejor quedarse sólo con las sensaciones. Es mucho más importante la acumulación de cargas en los entrenamientos para llenar el granero con vistas a la exigente temporada. Eso sí, a nadie le gusta perder nunca y el Betis llega después de dos derrotas y dos empates en los cuatro partidos disputados hasta el momento. Cayó ante el Brentford (1-0) y el PSV Eindhoven (2-1) y empató sobre la hora contra el Olympique de Marsella (1-1) y frente al Grodig austriaco (0-0) en el primero de los choques disputados.

Borja Iglesias se hace una foto con un aficionado al llegar a Marbella.

La idea del Betis es continuar perfilando los conceptos con vistas a la inminente campaña que se iniciará en casa contra el Elche y también meter en la dinámica de la plantilla tanto a los dos brasileños recién llegados, Luiz Henrique y Luiz Felipe, así como a los futbolistas que están más cortos de preparación debido a sus diferentes problemas físicos, casos de Bartra y Víctor Ruiz, por ejemplo, y también de los últimos internacionales en incorporarse debido a los diferentes permisos por su estancia con sus selecciones nacionales. No parece muy clara, sin embargo, la continuidad tanto del propio Víctor Ruiz como de Camarasa, aún en fase de recuperación, aunque eso va a depender de las ofertas que lleguen a la entidad.

También habrá que ver la evolución de otras negociaciones para acabar de perfilar la plantilla, muy pendiente de las salidas para poder incorporar a esos futbolistas con los que sueñan todos los béticos. Bellerín parece seguro que acabará vistiendo la camiseta verdiblanca el próximo curso y que todo debe hacerse con tranquilidad para que el lateral derecho pueda alcanzar el acuerdo más beneficioso para él en el plano económico con el Arsenal.

La clave, indudablemente, está en la cantidad que pueda sacar por la rescisión del año de contrato que le resta, si es que no tiene que renunciar a todo, pues el cuadro inglés pretende desprenderse de él sin pagarle nada después de comprobar que sería imposible sacar algún rédito por su traspaso. Ningún club va a abonar nada en concepto de traspaso por sus derechos federativos debido a las reiteradas negativas de Bellerín a aceptar cualquier oferta que no sea la que tiene del Betis para su continuidad. Está claro que se trata de un ejercicio de paciencia, de saber esperar, y finalmente se producirá su retorno al equipo en el que tan buena imagen dejara durante la anterior temporada.

Más complicada será la resolución de la salida de William Carvalho. El portugués, con una gran ficha y en su último año de contrato, con el Mundial a la vista también, no lo está poniendo nada fácil. Tal vez como Bellerín, en el sentido contrario, él tiene su hoja de ruta marcada y eso obliga a que las exigencias verdiblancas para una salida no se vean satisfechas por ninguno de sus pretendientes. Pellegrini, además, ya ha dicho que prefiere no debilitar la plantilla por el hecho de prescindir de fichas altas. Pero, claro, es la pescadilla que se muerde la cola, si no sale Carvalho ni ningún otro futbolista también es complicado acometer la llegada de algunos refuerzos de mayor nivel económico, léase Dani Ceballos o Aouar, los dos preferidos.

La solución, indudablemente, pasará por activar una de las palancas a las que se alude en el consejo de administración presidido por Ángel Haro, pero, siendo aceptadas como opciones contables, nunca se puede obviar que es otra manera de originar endeudamiento. Es el galimatías del universo fútbol.