Si ante el Getafe un amplio sector del Benito Villamarín cargó contra la figura de Quique Setién, después de que los madrileños anotasen el 0-2 antes del descanso, generando un debate entre los propios aficionados sobre la idoneidad de ese comportamiento, la pleitesía a Leo Messi tras anotar el cuarto tanto del Barcelona, el tercero para el argentino, también provocó una división de opiniones entre los béticos.

Gran parte del Villamarín, entre los que se encontraban aficionados del Barcelona pero también muchos del Betis, se puso en pie para ovacionar a Messi, que lo agradeció con un saludo a la grada y luego en sus declaraciones. "No recuerdo algo igual. Estoy agradecido", indicó el argentino, al que también secundó Piqué. "Se ha demostrado la grandeza de la afición del Betis".

La realidad indica que en el estadio del Betis se viene produciendo esa circunstancia, quizá provocada por los pobres números del equipo verdiblanco como local en esta temporada. La derrota ante el Barcelona fue la quinta de la temporada en el Benito Villamarín, donde el cuadro verdiblanco, además, presenta un balance negativo de goles. Sólo siete equipos han perdido más encuentros como locales que este Betis de Quique Setién, que no acaba de alcanzar la regularidad. 22 puntos han sumado los heliopolitanos en los 15 encuentros disputados en su estadio, un pobre bagaje que es superado por numerosos equipos que incluso han disputado menos partidos como locales que los verdiblancos. 

Dos derrotas, ante Barcelona y Getafe, y un empate, el cosechado ante el Alavés, acumulan los de Setién desde que el pasado 3 de febrero se impusiesen al Atlético por la mínima en la que fue la última alegría delante de sus aficionados. Si Messi dividió la opinión de los béticos, los malos resultados en el Villamarín también generan esa inquietud entre los aficionados.