Apenas ocho días después de iniciar el trabajo, el Betis de Rubi salió a escena en el primer amistoso de la pretemporada y, aun con las carga física en las piernas propias de esta fechas, el equipo verdiblanco esbozó sobre el césped las primeras ideas que el entrenador está inculcando en la concentración de Montecastillo. Quiere el técnico un Betis protagonista, con una idea con cierta semejanza a la del pasado pero añadiendo matices que aporten un sello propio al juego del equipo.

Para empezar, Rubi confirmó su apuesta inicial por la defensa de cuatro. Bartra y Sidnei formaron la primera pareja de centrales, ante la ausencia de Feddal por unas molestias físicas y la de Mandi por encontrarse en la Copa de África. En las tareas defensivas, los laterales tenían la orden de cerrar espacios con los dos centrales, una cuestión que cambió por completo cuando el Betis dominó el balón.

Una de las premisas de Rubi pasa por la incorporación al ataque de los laterales, desdoblando a los extremos que en Faro fueron Joaquín por la derecha y Tello por la izquierda. Tanto Barragán como Calderón subieron una y otra vez, con especial protagonismo para el diestro, que realizó varios centros que acabaron en acciones de peligro. "Estuvimos bastante bien en muchas fases del partido, tuvimos el balón, metimos al rival en su área y generamos bastantes ocasiones. El cuerpo técnico nos está metiendo mucha información en la cabeza y esto es cuestión de tiempo para que la idea se reafirme. Poco a poco se irá viendo a un equipo que jugará muy bien, tendrá el balón y generará muchas oportunidades", indicó el propio Barragán en su análisis del estreno.

También dejó claro el técnico la disposición que pretende para el centro del campo. Aunque existió un cambio de hombres entre el primer y el segundo tiempo, el Betis siempre se dispuso con un triángulo en la medular, con un pivote defensivo y dos interiores. Javi García, de nuevo en su posición natural, ejerció de cierre al inicio e incluso se metió entre los centrales a la hora de salir con el balón desde atrás; Canales y Camarasa se mostraron muy activos por delante, con continuos cambios de posición y con libertad para llegar al área.

Rubi, en el banquillo del Estadio del Algarve.

Tras el descanso serían Brasanac y el joven Ismael quienes ejecutasen la función de pivote, mientras que Rodri, Roberto y Abreu se repartieron la función de generadores de juego en campo contrario. En ese apartado también destacó Diego Lainez. El mexicano partió desde la banda derecha, aunque las internadas de Emerson, el lateral diestro tras el descanso, lo hicieron buscar diagonales, cumpliendo otra de las premisas de Rubi para sus atacantes. El técnico ha insistido en la necesidad de buscar la verticalidad en el último tercio del campo y tanto Lainez como Roberto o Juanmi arriesgaron para buscar el pase definitivo o intentar el disparo a puerta.

Con todo, la primera puesta en escena fue incompleta. Algunos errores en la salida, que deberán quedar como vicios del pasado, facilitaron las mejores ocasiones del Sheffield United que aprovechó una de ellas para ganar el partido; con la falta de frescura en las piernas también se echaron en falta tanto una mayor presión a la hora de recuperar el balón –uno de los aspectos que quiere mejorar Rubi– como más intentos de desborde; y la carestía de efectivos en algunas zonas obligaron a que el entrenador catalán improvisara en algunas posiciones.

La dirección deportiva tiene la intención de acelerar la planificación en los próximos días para paliar ese déficit de jugadores en algunas zonas, una cuestión a la que también ayudará la progresiva incorporación de los internacionales. Si el joven Calderón salió como titular en el lateral izquierdo, Barragán y Rodri ocuparon ese sitio después; en la portería, Carlos Marín y Dani Rebollo se repartieron los minutos con Joel; y en el ataque, el joven Raúl también salió a escena, aunque, en principio, Loren y Juanmi son los más específicos ahora mismo para la delantera.