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Un Betis fiable y trabajado

  • Calidad, solidez y pegada del bloque de Setién, que acertó de lleno con Tello

Un Betis fiable y trabajado

Un Betis fiable y trabajado

Victoria de valor enorme la que logró el Betis en Montilivi para sumar 52 puntos, la quinta victoria seguida y un paso de gigante rumbo a Europa. Este Betis de Setién es un equipo camaleónico, capaz de adaptarse a lo que requiere el encuentro en cada momento. Y así lo demostró en una buena primera parte, en la que los verdiblancos dejaron claro que son un conjunto muy bien trabajado, con movimientos en la pizarra por parte unos jugadores que juegan de memoria, como se pudo comprobar cada vez que el Betis salía a la contra. Y si a eso se le suma calidad, como la de Joaquín, el resultado es un auténtico golazo como bien se le pudo leer a Setién celebrando el tanto de su equipo. En la segunda mitad, le tocó sufrir al Betis, pero ahí el cántabro leyó muy bien el partido, dio entrada a Tello y el panorama cambió. El Girona no aflojó, pero en el tramo final el equipo de Heliópolis apretó hasta el punto de que el partido acabó en una esquina del campo de los rojiblancos. La mejor manera del Betis, que es un equipo fiable, de cerrar el triunfo.

Defensa

Bien trabajado traía el Betis el partido desde la caseta. Setién, ante el potente juego aéreo de Stuani, situó a Javi García entre Mandi y Bartra en una decisión acertada. Guardado hizo de pivote, Joaquín fue el organizador y junto a Fabián buscaron los desmarques de Loren y Sergio León a la espalda de la zaga del cuadro de Machín. Así, pese a la presión alta e intensidad con la que los locales saltaron al campo, el Betis sufrió poco en el primer tiempo salvo en alguna indecisión de Dani Giménez. Tras el descanso sí sufrió el cuadro heliopolitano más, con Choco Lozano y Stuani arriba y un Girona que había pasado al 4-4-2, y que en los centros laterales, sobre todo de Mójica puso en aprietos a la zaga de un Betis que entonces apretó los dientes para volver a dejar la portería a cero.

Ataque

Una vez más, el Betis demostró que no necesita muchas ocasiones para marcar, con Joaquín y Loren como nombres propios en la parcela ofensiva. La conducción del portuense y la finalización del marbellí en el gol bético fue una obra de arte. La idea de los de Setién fue clara, ventaja numérica sobre el rival al contragolpe y tener la posesión para buscar espacios en los que penetrar, como se vio en el primer tiempo. En el segundo, Setién reaccionó muy buen con la entrada de Tello y el partido cambió. El Girona ya apretó menos y en el tramo final, pese a su ímpetu, los verdiblancos se hicieron con la pelota y tiraron de inteligencia para llevarse al partido al terreno que quería. Sanabria oxigenó a su equipo aguantando el balón para provocar continuas faltas del rival y con Joaquín cansado Campbell entró ya de refresco al final. Buen manejo desde el banquillo por parte de Setién.

Virtudes

La lectura y adaptación a lo que requería el partido.

Talón de aquiles

Algún exceso de suficiencia.

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