Getafe-Betis | Informe técnico

Cuerpo y mente en Milán

  • Setién apenas refrescó el equipo y el Betis quedó a merced del Getafe

La pizarra

La pizarra / Elaboración propia: Dpto. de Infografía

El Betis se quedó en Milán. Si es lógico que los aficionados disfruten de esa peregrinación, que algunos incluso finalizaron en Getafe, el vestuario, comenzando por el cuerpo técnico, debieron pasar página antes para afrontar una visita de esas que aparecen marcadas con minas en el calendario. Si la mente de muchos pareció todavía en San Siro, regodeándose de tan emblemático escenario, las energías de medio equipo también se quedaron en la capital lombarda. A eso tampoco ayudó la alineación inicial de Setién, con sólo tres variaciones y una de ellas en la portería.

El Betis, con esa posesión estéril en campo propio, quedó a merced del Getafe, intenso para apretarle y también para replegarse y cerrar los espacios interiores a Lo Celso y Boudebouz. Si los de Bordalás se marcharon al descanso de vacío fue por la impericia de sus atacantes; pero tras salir de la caseta, y ya con una marcha más imposible de seguir por los verdiblancos, sentenciaron el partido en apenas dos minutos, los que transcurrieron desde el gol de Jorge Molina al de Foulquier, con Canales como espectador en la banda sin que nadie frenase el partido.

Foulquier anota el 2-0 del Getafe. Foulquier anota el 2-0 del Getafe.

Foulquier anota el 2-0 del Getafe. / Inma Flores

Defensa

La zaga se vio comprometida desde el inicio por la fidelidad al estilo. Las pérdidas en la salida facilitaron las primeras ocasiones del Getafe, en los pies de Ángel y Maksimovic.

Tras el descanso, la falta de energías en el repliegue verdiblanco y la acumulación de más errores ante la fuerte presión local acabaron propiciando los goles de Jorge Molina y Foulquier. Setién optó finalmente por dejar una zaga de cuatro, aunque ya sin tiempo para arreglar el desaguisado.

Ataque

Mantuvo el Betis el sistema con dos puntas que ya jugase ante el Milan, pero la falta de capacidad para generar fútbol los convirtió en una isla, sobre todo a un Loren que sí se fajó y movió para intentar generar espacios.

Bordalás frenó con Arambarri y Maksimovic el presumible juego por dentro de Lo Celso y Boudebouz, lo que liberó a William Carvalho, que intentó dar un paso adelante pero sin demasiada profundidad. Con Júnior muy flojo por la izquierda, al Betis sólo le quedó la alternativa de Barragán por la derecha, pero sin acierto en el último pase.

Setién trató en el descanso de mejorar el equipo con los cambios de perfiles tanto de los puntas como de Lo Celso y Boudebouz, pero el problema estaba en otro sitio. Las posteriores entradas de Canales y Tello dieron algo de verticalidad al juego, pero sin verdadera fe en la remontada.

Virtudes

La actitud de Mandi o la voluntad de Loren, a los que no acompañó el resto.

Talón de Aquiles

El fútbol de posesión se quedó en campo propio y con regalos al rival; no halló vías de pase y luego no fue capaz de replegar.

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