Demasiados inconvenientes para una plaza de lujo

Desde mi córner

ENCRUCIJADA más dificultosa de lo deseable la que le espera al Betis esta noche junto al Cantábrico. Partido clave para el devenir del curso con una plaza en juego para ser semifinalista de Copa del Rey. Y cuando todo se veía con el optimismo que transmite el juego del equipo, varias sinrazones hacen que la cita se afronte con una considerable carga desfavorable. La principal, el sin sentido de esta eliminatoria en el corazón de fechas FIFA que se ha hecho como una agresión más del infausto Luis Rubiales al Betis.

Mucho también que agradecer a la AFA por haber exprimido a Guido y a Pezzella en un intrascendente partido con Colombia. Clasificada de sobras la albiceleste para Qatar 2022 no parece lógico que se utilice a esos dos futbolistas, los únicos a las órdenes de Scaloni que tenían que defender la camiseta del club que les paga 48 horas después. Por lo tanto, bien haría el Real Betis Balompié en mandarle a los argentinos una carta de agradecimiento y otra al inefable Luis Rubiales, pero muy acostumbrado está el sevillanísimo club de las trece barras con corona a luchar a menudo con estos imponderables tan exógenos.

Y ha decidido Pellegrini dejar fuera del compromiso a los dos argentinos, que se unen como ausentes al lesionado con Chile Claudio Bravo y a Guardado y Lainez, también al servicio de su país. En fin que la cita de esta noche en Donostia ha ganado en dificultados al mismo tiempo que en esperanza, que para eso ésta viste de verde. Enfrente, una Real Sociedad con todos sus efectivos disponibles dispuesta a renovar logros coperos y con el plus de las ganas de vendetta lógicas tras el humillante póquer de goles que encajó hace poco al final de la Palmera, acera derecha.

Hay que confiar en este Betis tan bien manejado y pensar que aun con tan alto cúmulo de dificultades podrá el equipo traerse a Sevilla la clasificación para semifinales. Pero nadie obvia que la cita se las trae, que Anoeta ya no es la nevera de antaño sino una caldera que será otro inconveniente a soslayar por la tropa de Pellegrini. Colisionan dos equipos con muy buen fútbol y que van al frente sin especulaciones ni apelando al otro fútbol tan moneda hogaño de uso común. Hay una plaza de lujo en el aire, silencio, se juega.

No debe olvidar el Betis mandar cartas de agradecimiento a la AFA y a Rubiales

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