El Betis comienza el lunes en Getafe el sprint final de la temporada y Joaquín quiere liderar al equipo verdiblanco desde el terreno de juego y no sólo con su peso específico en el vestuario. El portuense, que no juega desde la cita en Mestalla, realizó ayer casi al completo el exigente entrenamiento que el cuerpo técnico diseñó para los jugadores antes de darle una jornada de descanso, con lo que su presencia en el Coliseum Alfonso Pérez parece cada vez más segura.

Joaquín ha venido realizando un trabajo específico en las últimas semanas, hasta que el pasado viernes ya participó parcialmente con el equipo. El lunes, el portuense volvió a realizar una parte de la sesión con sus compañeros, aunque completó su entrenamiento con un trabajo extra junto a Sanabria para afinar su puesta a punto. Ayer, el capitán elevó la intensidad para probarse y sus sensaciones fueron positivas, por lo que, a la espera de lo que suceda en los cuatro entrenamientos que faltan antes del desplazamiento hacia Madrid, Joaquín, al menos, quiere estar en la convocatoria. "De vuelta con el equipo", escribió el propio futbolista en las redes sociales para expresar su satisfacción por volver a ejercitarse con sus compañeros.

El reto ahora del portuense pasa por regresar con el mismo nivel de juego que venía exhibiendo antes de la lesión. Tanto la pasada temporada como la anterior, a Joaquín le costó recuperar el punto de forma tras perderse algunos partidos por diferentes molestias, una cuestión que este año confía en que sea diferente. De hecho, el portuense no ha precipitado su regreso para evitar una recaída que supusiera un contratiempo mayor, a la vez que ha estado realizando un plan específico antes de reincorporarse plenamente al grupo.

La buena trayectoria del equipo, que incluso ha ganado los dos partidos que se ha perdido el portuense debido a su problema físico, ha permitido que el cuerpo técnico mantenga la prudencia con el regreso de Joaquín, una circunstancia muy diferente a los dos años anteriores, cuando la falta de calidad de la plantilla bética obligaba a forzarlo cuanto antes.

Precisamente, esta temporada, la tercera tras la vuelta de Joaquín al Betis, está siendo la mejor tanto en números individuales como en los resultados colectivos. El extremo, que amplió su contrato en dos temporadas poco antes de convertirse, además, en un accionista de referencia de la entidad, ha participado en 26 de los 29 partidos ligueros -se ha perdido dos por lesión y uno por sanción-, de los que sólo en dos se ha quedado en el banquillo -en sendas jornadas intersemanales- y ha completado los 90 minutos en 15 de esos encuentros. El capitán verdiblanco es, además, el cuarto artillero del equipo, con cuatro dianas, a lo que añade seis asistencias, su mejor registro desde su vuelta al Betis.

La importancia de Joaquín trasciende a las estadísticas. Su relación con Quique Setién y su cuerpo técnico es magnífica desde el primer día, de ahí que el preparador cántabro haya compartido confidencias en numerosas ocasiones de la temporada para conocer el estado del equipo. "Yo sería Joaquín", ha llegado a decir el propio Setién para identificarse tanto con el juego como con la importancia que tiene en el Betis.

Desde la banda o en posiciones más interiores, donde lo suele ubicar Setién para aprovechar su juego entre líneas, Joaquín se ha erigido en el auténtico líder del equipo verdiblanco. Y ahora el reto del portuense pasa por reaparecer en Getafe para ayudar al equipo en el sprint final de la Liga.