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Metamorfosis en Heliópolis

  • El cambio de mentalidad ya se atisba en el proyecto Serra y se traduce en la sexta plaza en la clasificación

  • Junto a la aptitud de los refuerzos aparecen el carácter y el hambre por crecer

Quique Setién les pide cabeza a sus futbolistas tras marcar Fabián en el último encuentro en el Benito Villamarín frente al Levante.

Quique Setién les pide cabeza a sus futbolistas tras marcar Fabián en el último encuentro en el Benito Villamarín frente al Levante. / antonio pizarro

El Betis se ha marchado al parón en puestos europeos y, aunque aún queda mucha Liga por delante, el cambio con respecto a las dos últimas temporadas empieza a ser evidente. El proyecto Serra, de la mano con Quique Setién, no sólo ha traído consigo una revolución necesaria y coherente en cuanto al plantel se refiere, sino que éste atesora algo muy importante cuando un club quiere crecer: mentalidad ganadora.

A jugadores de calidad como Guardado y Javi García, entre otros, se ha unido el hambre por hacer cosas importantes, la exigencia de entender lo que representa un club como el Betis y a lo que tiene que aspirar, la autocrítica en la victoria y el enfado, como en Anoeta, cuando se consigue un punto después de rozar la victoria. Un gen ganador que Serra y Setién están transmitiendo a una plantilla en la que la aptitud y el carácter están ligados, y eso se refleja en los propios protagonistas. "Sí, la mentalidad del equipo cambia totalmente. Si vas ahora al vestuario, el equipo está enfadado por no haber salvado los tres puntos. Eso significa que el equipo está creciendo y aspira a mucho más. Hay que seguir mejorando e intentar hacer bueno el punto en nuestro campo", dijo Sanabria tras empatar ante la Real Sociedad. Incluso después de la victoria ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu el mensaje de Serra estuvo basado en la humildad, la prudencia y la exigencia para intentar vencer al Levante: "No podemos caer en la autocomplacencia. Hoy se debe hacer un punto y aparte, y pensar que esto tendrá el éxito que tiene porque es una victoria que nos da mucho prestigio. Estos tres puntos son fenomenales para el arranque, pero si somos capaces de vencer el lunes tendrán mucha más fuerza y consistencia". Y hasta en los triunfos, el propio Setién ha mandado, en más de una ocasión, un mensaje de calma para no caer en la euforia. "En el vestuario nadie se va a sentir más eufórico de lo normal. Voy a permitir que hasta el miércoles disfrutemos de esta victoria, pero afrontaremos el partido de San Sebastián con el mismo rigor y las mismas ganas de ganar y crecer", manifestó el cántabro tras vencer al Levante (4-0).

Esa mentalidad ganadora se refleja, después, en el terreno de juego, como se comprobó ante Celta y Dépor, con goles del triunfo en el tramo final del partido, o con el gol de Sanabria al Madrid en el alargue, que fue un ejemplo de convicción para ir a por la victoria, entre otros ejemplos.

Un equipo de Heliópolis con carácter que cree en la idea de Setién, que se ha ganado al grupo, como se pudo comprobar, por ejemplo, en la celebración del gol de Fabián ante los granotas, cuando fue a abrazar al palaciego. El cántabro está siendo fiel a su estilo, al que desea pulir algunos errores, sobre todo en defensa para no encajar tantos goles, pero al que también se le ha unido otros aspectos clave en el fútbol y de los que carecía el Betis desde hace mucho tiempo, como el físico de élite (Javi García y Feddal), último pase, visión de juego y mando (liderazgo de Guardado), verticalidad y velocidad en las bandas...

Esto permite al técnico bético manejar en los partidos otros argumentos, como el contraataque, como se vio ante el equipo de Eusebio, de ahí que el Betis pueda adaptarse tanto al fútbol combinativo como a jugar al contragolpe cuando el partido lo requiera todo. Siempre, con la ambición de ganar, gracias a una mentalidad que está produciendo una metamorfosis en Heliópolis.

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