Antes de entrar, dejen salir. Ésa es la premisa con la que parece trabajar la comisión deportiva verdiblanca de cara a esta ventana de traspasos abierta hace apenas unas fechas. De momento, Rubén Castro y Felipe Gutiérrez, ambos tras sus respectivas cesiones, son las únicas caras nuevas que trabajan a las órdenes de Quique Setién, si bien al chileno se le busca una salida.

Junto al sudamericano, que estuvo cedido en Internacional de Porto Alegre brasileño, también en la rampa de salida andan dos futbolistas que aterrizaron en el Benito Villamarín el pasado verano: Nahuel y Tosca. El extremo argentino, aunque nacionalizado español, llegó el pasado verano procedente del Villarreal, y ha vuelto a ser vinculado al Barcelona B, que incluso lo ha estado espiando en las últimas fechas antes de acometer su contratación. Un movimiento que debería contar con el visto bueno del cuadro castellonense, que todavía cuenta con los derechos federativos del jugador de 21 años, que ha participado en nueve partidos, siete de Liga y dos de Copa, aunque su rendimiento nunca ha sido el esperado.

Tampoco las prestaciones de Tosca han sido las deseadas. El zaguero internacional rumano, que llegó en el pasado mercado invernal, apenas ha disputado esta temporada siete encuentros (cinco en Liga y dos de Copa) y la comisión deportiva le ha puesto de precio 1,5 millones de euros, la cifra que se pagó hace un año por él.