El Betis dio en La Cerámica el golpe de autoridad que necesitaba para creer definitivamente en el objetivo europeo. Los verdiblancos se mostraron más sólidos que un Villarreal con dudas y le acabaron pasando por encima tras el gol de Fekir justo antes del intermedio.
Sólo el polémico penalti señalado por Gil Manzano, a instancias del VAR, generó ciertas dudas en torno al resultado, pero el Betis mantuvo la firmeza que había exhibido hasta entonces para hacerse acreedor del triunfo.
Pellegrini ganó la batalla de la pizarra, con el 4-4-2 que eligió para iniciar el duelo con Canales esta vez en el costado izquierdo, con el que el Betis ganó en solidez, juntó mejor las líneas y encontró las opciones para salir al contragolpe y hacerle daño al Villarreal.
Defensa
El compromiso de todo el equipo en el trabajo sin la pelota fue excelente. Ha conseguido Pellegrini que ese esfuerzo colectivo sea ya una seña de identidad de su equipo que, además, se tomó el partido con la relevancia que tenía para su devenir en la competición.
Los centrales estuvieron firmes y concentrados para imponerse casi siempre a los atacantes locales; con las líneas juntas, y ante un Villarreal con problemas para darle velocidad al juego en medio, la inteligencia táctica de Guardado sí sirvió esta vez para recuperar balones y lanzar al equipo.
El despliegue físico de Aitor Ruibal y Loren fue encomiable en defensa; Pellegrini los relevó al final para cerrar aún más los espacios tras el 1-2.
Ataque
Tenía muy claro el Betis el partido que quería desarrollar en La Cerámica, con salidas rápidas tras recuperar la pelota en la medular. Había desperdiciado el equipo varias opciones de contragolpe antes de que Miranda sacara con celeridad de banda en dirección a Fekir, que acabó ganándole la partida a Pau Torres para colocar el 0-1.
Debió sentenciar el Betis el duelo tras el descanso cuando la conexión entre Canales, partiendo desde la izquierda pero dominando el escenario, y Fekir metió en problemas al Villarreal. El 0-2, tras un saque de esquina, fue la consecuencia a ese dominio verdiblanco.
La polémica acción del 1-2 sacó al Betis del partido, al menos en cuanto al manejo de la pelota, lo que limitó sus llegadas a la portería de Asenjo. Un disparo de Canales que se fue alto fue lo único reseñable en esa recta final del partido, en la que se renunció a buscar el tercer gol para guardar el botín ya obtenido.
Virtudes
El Betis fue un equipo con mayúsculas, con sentido colectivo en el trabajo sin el balón; luego, la brillantez de Canales y Fekir hizo el resto.
Talón de Aquiles
Esos minutos tras el 1-2 en los que perdió el control, aunque Joel resolvió el trabajo.
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