Llegó el día. Y quizás el partido más importante del Betis en su historia más reciente por lo que supondría el hecho de disputar y poder ganar la final de la Copa del Rey en el estadio Benito Villamarín.

Así lo entiende el beticismo, que en la previa aparca cualquier debate sobre Quique Setién, Lorenzo Serra Ferrer, Ángel Haro y José Miguel López Catalán porque hoy juega el Betis, sólo el Betis. El escudo y nadie más, como bien decía una pancarta reciente en uno de los habituales tifos de la grada de animación de Gol Sur: "Betis por encima de todo, por encima de todos".

Jesé, Lainez, Javi García y Loren, ayer antes de viajar a Valencia.

Es la noche, en este Día de Andalucía, que la afición heliopolitana llevaba esperando desde que finalizara el partido de ida con aquel decepcionante 2-2 tras un 2-0 de ventaja, y por en medio lo vivido ante el Rennes, pero pese a todo con la ilusión intacta y la esperanza de poder soñar con otra gesta, de ver un Betis con hombría y fe, ese Betis que cree hasta el final y que ha demostrado ya en escenarios grandes y en citas importantes que es capaz de crecerse ante la adversidad porque tiene mimbres para ello.

Es el momento de avanzar hacia delante, de no pensar más allá de la cita en la capital del Turia, de motivarse simplemente con la posibilidad de jugar una final en la Palmera, de volver a sentir y vivir emociones que llevan demasiado tiempo guardadas en el cajón de los recuerdos. Es el momento de confirmar el crecimiento de una entidad dando otro paso hacia lo más importante en un club de fútbol, tocar plata, de avanzar dentro de la línea de exigencia y ambición que debe tener una sociedad como la de Heliópolis. Por todo ello, el Betis tiene en Mestalla una oportunidad magnífica de volver a escribir un capítulo más en esa leyenda que recorre el mundo entero con la posibilidad de alcanzar una final tan deseada por su hinchada.

Y en esta cita copera piensa el conjunto verdiblanco desde que finalizó con victoria el partido de Liga del pasado domingo en Pucela. El mensaje en el vestuario bético, desde ese momento, está centrado únicamente en el Valencia y como prueba, esta frase de Sergio Canales en la zona mixta del José Zorrilla: "Vamos a jugarlo como si fuera el último día".

Máxima mentalización, corazón caliente sin caer en la ansiedad, cabeza fría e inteligencia para que los verdiblancos sepan actuar y leer bien el partido, demostrando que han aprendido de lo sucedido ante el Rennes a la hora de manejar la situación con un marcador de empate a dos que les obliga a ganar o, como mínimo, empatar a dos para ir a la prórroga o a tres o más goles para lograr el pase a la gran final.

Una mezcla de sensaciones dentro de un ambiente en el que el equipo bético tendrá a sus fieles en las gradas de Mestalla, dando hasta el último suspiro de aliento para animar a los suyos, como ya hicieron en el entrenamiento a puerta abierta del pasado martes en Heliópolis.

Los retornos de Lo Celso y Bartra, tras su día de descanso ante el Valladolid, novedades

Un apoyo recogido por Quique Setién y sus jugadores para un encuentro en el que el técnico cántabro realizará algunos cambios en el once con respecto al dispuesto en Valladolid, con varias dudas. La primera, en la portería, entre Joel, que fue titular en la ida, y Pau, que estuvo a un gran nivel en tierras pucelanas. En la defensa todo hace indicar que volverá Bartra, con Mandi y la duda de Sidnei o Feddal, siendo este último el que mejor control tiene a la hora de defender en el juego aéreo. También está la incógnita de quiénes estarán en los laterales, con Carvalho, Canales y Lo Celso en la medular, o incluso el argentino jugando de falso 9, con Jesé y otro jugador arriba, sin obviar la presencia de Joaquín, la vuelta de Tello o la opción de que Javi García juegue con Carvalho para reforzar el centro del campo a nivel defensivo (dejar la portería a cero de nuevo como en Valladolid) y lanzar contragolpes con hombres rápidos arriba. Muchas variantes a disposición de Setién de cara a medirse a un Valencia donde Dani Parejo, capitán y guía el cuadro ché centra todos los focos.

El centrocampista del equipo valencianista será uno de los hombres a vigilar por parte de los verdiblancos, que se encontrarán a un rival que tiene definido su dibujo, con el clásico 4-4-2 de Marcelino, y su idea de salir con peligro a la contra con hombres rápidos, como ya demostraron en Sevilla Rodrigo, Santi Mina, Gameiro, se suma Guedes… futbolistas con mucha rapidez a los que el Betis tendrá que vigilar de cerca.

En la portería valencianista, todo hace indicar que volverá a estar Jaume Doménech, mientras que Garay será baja por unos problemas musculares. Gayá apura para llegar al partido adaptándose a una máscara que lo proteja de la fractura de nariz que sufrió en Butarque el pasado domingo y Kondogbia, pese a sufrir problemas de tobillo, debe llegar a tiempo al encuentro.

Así se presenta un partido esperado mucho tiempo por el beticismo, que aguarda un Betis con fe y hombría para firmar una página para el recuerdo con una fecha única: el próximo 25 de ma