Acabó superado el Betis por el juego de posición del Barcelona, después de que los azulgrana salieran vivos de un primer tiempo en el que los verdiblancos acumularon un enorme desgaste sin rédito en el marcador.

Sorprendió Rubi con la alineación de William Carvalho, que reapareció tras cuatro meses, y Guido Rodríguez, que se estrenó como titular, dentro de un Betis que realizó una presión alta sobre la salida de balón azulgrana. Ese encomiable esfuerzo encontró el premio con dos goles, pero los errores defensivos y, sobre todo, ese 2-2 casi sobre la bocina del primer tiempo, lastraron a los heliopolitanos, que reclamaron la expulsión de Sergi Roberto, que ya tenía amarilla, tras una dura entrada sobre Aleñá.

La pizarra

Tras el descanso, y con las fuerzas muy mermadas, el Betis se quedó a merced del juego azulgrana, aunque el definitivo 2-3 llegase en otra acción a balón parado mal defendida. Los tardíos cambios del técnico bético tampoco dieron resultado.

Defensa

Arriesgó el Betis de inicio, con todo el equipo dando un paso adelante para asfixiar al Barcelona, al que le costó romper ese entramado colocado por Rubi.

La presión bética dio sus frutos. La acción del penalti llegó tras una recuperación de Fekir sobre Semedo; el segundo tanto se origina en otro robo de Guido Rodríguez sobre Arturo Vidal.

Pero también el sistema defensivo saltó por los aires sin que el Barcelona se viera obligado a pisar el acelerador. En una irrupción de De Jong, mal leída por Mandi, llegó el 1-1 azulgrana; dos balones metidos en el área por Messi a balón parado significaron dos tantos más para darle la victoria a los azulgrana.

Tras el descanso, además, los verdiblancos, sin fuerzas sobre todo en la medular, dieron un paso atrás que los dejó a merced de su rival, que a la quinta ocasión clara de gol halló el tando definitivo para llevarse los puntos.

Ataque

Con ese guión establecido de presionar en campo rival, los jugadores ofensivos del Betis tenían la misión de lanzarse con rapidez cuando se producía la buscada recuperación.

Con menos presencia de los laterales en la parcela ofensiva, y con Joaquín en el banquillo, el Betis se puso en manos de Fekir, que cuajó 45 minutos de máximo nivel en los que provocó un penalti, anotó un golazo y dejó detalles de fantasía.

El apagón del francés, que acabaría expulsado, tras el descanso dejó al equipo sin capacidad para llegar al área rival. Ni las entradas de Loren y Joaquín –Tello ya entró muy al final– le dieron al equipo bético ese plus de energía que hubiera necesitado para sorprender a un Barcelona que se defendió con la pelota.

Virtudes

El planteamiento inicial de ir a buscar al Barcelona muy arriba; y la calidad de Fekir para generar desequilibrio con el balón.

Talón de Aquiles

Faltó firmeza atrás en las acciones de estrategia, un punto que se había mejorado este año.