El partido del Betis | Análisis

El precio de los ideales

  • Un error en la salida de la pelota le cuesta al Betis el triunfo en Ipurúa

Loren salta por encima de dos rivales para intentar capturar un balón aéreo.

Loren salta por encima de dos rivales para intentar capturar un balón aéreo. / Juan Herrero / EFE

El fútbol del Betis requiere de tener la pelota. Buscar desde la zaga los resquicios en el campo para avanzar hasta el área contraria y, ahí, hallar la portería. Este planteamiento, en muchísimas ocasiones, tiene un precio caro que hay que pagar. En esta ocasión, Édgar fue el que pecó después de que Inui le robara la cartera y la pelota, y el equipo verdiblanco fue el que tuvo que abonar la factura con un penalti convertido por Orellana.

En líneas generales, los de Rubi siguen dando pasos hacia adelante en la consolidación de su propuesta de juego. Pero en ocasiones aparecen lagunas que tiran por la borda los numerosos momentos lúcidos que tienen los béticos sobre el césped. El Betis se está convirtiendo en un experto en regalar una vida a sus rivales. Y así, entrar en Europa parece una tarea muy complicada, salvo que los contrarios también decidan entrar en esta dinámica.

Tener y morir con una idea puede ser un sinónimo de personalidad. Sobre todo, cuando se ejecuta bien. En este caso, los béticos deberían saber cuándo pegar un pelotazo. El juego directo, como demostraron en alguna ocasión Bartra y Álex Moreno, también funciona.

Así jugó el Betis. Así jugó el Betis.

Así jugó el Betis. / Infografía

Defensa

Solvente anduvo el Betis cuando le tocó vestirse el mono de trabajo para fajarse atrás. Salvo en algunos momentos en los que el partido se volvió un correcalles, la zaga verdiblanca logró superar prácticamente todos los apuros en los que se vio envuelta. Mandi y Bartra estuvieron notables en sus actuaciones, Emerson salió victorioso de sus enfrentamientos con el ex bético Inui, a quien se lo vio con un plus de motivación, y Álex Moreno logró poner cerco a un siempre peligroso Pedro León.

Ataque

Envuelto en un bucle que no parece terminar, los verdiblancos parecen haber convertido en costumbre el perdonar un sinfín de ocasiones claras de gol, lo que permite mantenerse con vida a los rivales. Esa falta de acierto se traduce en dejarse puntos por el camino y, la falta de ellos, en poner más trabas en el camino hacia la competición europea.

Tal y como ocurriera en la eliminatoria copera, otra vez Tello fue el protagonista de una de las ocasiones más claras del partido y que hubiera significado, de acertar, la victoria bética. Sin embargo, el catalán no parece atravesar un momento idóneo de confianza y falló en el mano a mano ante Dmitrovic, inmenso ante los atacantes verdiblancos. Fue el guardameta armero el jugador que sostuvo con sus paradas al cuadro local, puesto que también tuvo ante Fekir alguna intervención de éxito.

Virtudes

El amplio número de ocasiones que es capaz de generar el equipo bético.

Talón de aquiles

Dos. La falta de acierto en los últimos partidos de cara a gol, que se mantiene, y el no saber leer la presión local en la salida desde atrás.

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