Una aplastante superioridad muy mal gestionada
Sin pisar el acelerador ante un rival limitadísimo en lo físico, el Betis no sólo no lo remató sino que le dio vida
El Betis bate a tiempo al escarnio en Moldavia (0-1)
El objetivo lo logró, pero no como los béticos hubiesen querido. Sobre todo por la entidad de un adversario muy limitado, cuya inferioridad se notó mucho en lo físico por ejemplo, al que debió haber barrido del campo a poco que los de Pellegrini hubieran apretado un poco el acelerador.
Pero si grave fue que el Betis no tirara a puerta en toda la primera parte ante un rival que regalaba el balón tratando de sacarlo jugado sin técnica ni aptitudes mínimas, más lo fue que el Petrocub se le subiera a las barbas y acabara volcado en el área de Adrián en los minutos finales y disfrutando de ocasiones muy claras para haber empatado. Un posible penalti, un gol anulado por el VAR y otra ocasión que sacaba Adrián aunque en una posición en la que el delantero local estaba algo escorado...
Una serie de situaciones que el equipo verdiblanco no debería haber permitido con la superioridad manifiesta que tenía en todos los planos del juego sobre el rival que tenía enfrente.
Defensa
El principal problema estuvo en la falta de intensidad. Con más agresividad en la presión, el partido lo podía haber finiquitado el Betis antes del descanso. La suicida salida de balón del Petrocub, con jugadores sin físico ni calidad para burlar el acoso de la delantera bética, era una invitación para que el Chimy Ávila hubiera dado un paso adelante y la fuerza de Assane Diao hubiera sido otra ayuda para el trabajo de Bakambu en el inicio defensivo, pero el equipo moldavo, entre pérdidas, malas entregas y balones regalados en saques de banda, alguna que otra vez salía jugando y se plantaba en zona media sin que el Betis se hubiera enterado.
Con la entrada de Altimira, el cuadro heliopolitano corrigió algo eso y coincidió con los mejores minutos en ataque (el gol y las ocasiones de Bakambu), pero luego el catalán permitió que el Petrocub apretara y se asomara al área. Y ahí muchas veces las marcas fallaron, como en la izquierda con Ricardo Rodríguez, que dejó muchos metros a su par.
Ataque
La inferioridad física del equipo molvado salía a relucir a poco que los jugadores del Betis combinaran menos en corto y jugaran a media-larga distancia. Bastaban pases de 15 ó 20 metros para que aparecieran los espacios ante la imposibilidad de llegar de los locales, pero el Betis no aprovechó esa circunstancia.
Volcó el juego por la banda de Assane Diao y su potencia ganaba siempre a su par, pero la toma de decisiones era nefasta. El que mejor entendió el partido fue Chimy Ávila en ciertos pases al primer toque y con sentido, si bien al argentino le faltó un paso adelante que tampoco dio el Betis con Abde ni con Vitor Roque.
Virtudes
El valor moral de ganar sin acabar de brillar y de quitarse los complejos en Europa.
Talón de Aquiles
Faltó intensidad y colmillo.
Uno por uno
Adrián Tuvo trabajo al final en el acoso a la desesperada del equipo moldavo incomprensiblemente consentido por sus compañeros.
Aitor Ruibal Siempre pone intensidad, pero le faltó proyectarse más y aprovechar el ímpetu de Assane Diao ante una defensa con problemas.
Diego Llorente El más seguro de la defensa, sin que hiciera falta mucho para contener a un Petrocub que al final sí que se subió a las barbas béticas.
Natan Ni mucho ni poco. Un partido sin mucho en el que evaluar. El trabajo se concentró en el tramo final.
Ricardo Rodríguez Había jugadas, como en el gol anulado al Petrocub que hubiera sido el empate sin tiempo de reacción, en las que no se sabía dónde estaba y había dejado a su par solo, sin marca y con espacios. Tiró córneres y faltas muy erráticamente.
Johnny Cardoso Toda la pinta de que sus 45 minutos estaban pactados para que cogiera ritmo de competición.
Mateo Flores Menos protagonismo que en otros encuentros en los que ha brillado.
Assane Diao La superioridad física sobre su par era evidente y encaró una y otra vez. Sin embargo, no creaba peligro de verdad al no tomar casi nunca la decisión correcta en el final de cada acción.
Chimy Ávila Estuvo presente en casi todas las ocasiones de verdad de los béticos. Forzó la pérdida de Narh en el gol de Bakambu, a quien puso en ventaja con un gran pase alguna vez más.
Jesús Rodríguez Desapercibido el tiempo que estuvo, en el que el Betis volcó el ataque más por la derecha. Sólo una acción en la que, en una baldosa, se fue de tres contrarios pero estaba muy escorado y sin ayuda.
Bakambu Acertó en una, pero falló un par de situaciones de uno contra uno con el portero que eran muy claras.
Altimira Cuando salió, también por el bajón físico del rival, logró meter al Betis arriba y coincidió con los mejores minutos, pero después permitió que los moldavos se metieran en el partido.
Abde Trató de meter chispa y estuvo a punto de encontrar la sentencia en el penalti.
Vitor Roque Debió marcar diferencias y no lo hizo el rato que estuvo.
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